En un contexto de incertidumbre comercial y desafíos arancelarios, Francisco González Díaz, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), afirmó que la industria de autopartes es “la joya de la corona” para México, Estados Unidos y Canadá. A pesar de la revisión del T-MEC programada para 2026, González destacó que México mantiene una ventaja competitiva en calidad, precio y cumplimiento de regulaciones, lo que ha permitido un crecimiento en el mercado estadounidense.
Oportunidades en medio de la incertidumbre
Durante una entrevista previa al 23o Congreso Internacional de la Industria Automotriz en México (CIIAM), que se llevará a cabo el 1 y 2 de octubre en la Hacienda de los Morales en Polanco, CDMX, González describió el clima actual como impredecible pero lleno de oportunidades. “La incertidumbre que antes afectaba las exportaciones ahora impulsa el crecimiento”, dijo, resaltando que México ha ganado participación en el mercado estadounidense a pesar de la contracción global en importaciones.
Los segmentos más resilientes son aquellos que cumplen con el T-MEC, como el aluminio, acero y componentes de motores, beneficiándose de la eliminación de aranceles. “Todo lo que cumpla está creciendo”, subrayó, haciendo énfasis en que las regulaciones son clave para el desarrollo sustentable del sector.
Desarrollo de proveedores y retos arancelarios
Otro punto crítico abordado por González fueron los aranceles sobre acero, aluminio y cobre, que impactan directamente en las autopartes reexportadas desde Estados Unidos. “Esas piezas vienen con un costo extra, generando problemas importantes”, advirtió. También mencionó la volatilidad de los convenios bilaterales con países como Corea, Japón y Reino Unido, que añaden más incertidumbre al panorama comercial.
En cuanto a las proyecciones, el presidente de la INA estimó que la producción de autopartes para 2025 se mantendrá similar a los niveles de 2024, aunque sujeta a cambios por aranceles o decisiones globales. Sin embargo, se mostró optimista con el Programa de Desarrollo de Proveedores, que busca llenar vacíos en la cadena de suministro nacional y reducir la dependencia de importaciones asiáticas.
De las 400 empresas que se acercaron para participar, 55 fueron aceptadas en la primera fase del programa, que comenzó el 5 de agosto. Se espera que en enero de 2026 se anuncien las primeras inserciones exitosas en las cadenas de suministro, lo cual representa un gran avance para el sector.
Con la mirada puesta en el T-MEC de 2026, González enfatizó que, aunque el proceso de negociación será complejo, la estrategia del sector autopartes está bien definida con diez prioridades que buscan garantizar la competitividad y estabilidad de la industria. Estas incluyen el respeto a las reglas de origen y la permanencia de la exención 232 en autopartes, cruciales para evitar aranceles adicionales.
Por último, destacó zonas claves de oportunidad para el desarrollo automotriz en México, como Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, el Bajío, Estado de México, Puebla y hasta Yucatán, donde se están estableciendo centros de desarrollo de software y electrónica, lo que promete un futuro brillante para la industria de autopartes en el país.