Una nueva propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo está generando inquietud en el ámbito comercial entre México y China. La mandataria busca imponer aranceles de hasta el 50% a las importaciones provenientes del país asiático, lo que podría deteriorar aún más las relaciones bilaterales ya frágiles.
Dependencia y desequilibrio comercial
En octubre de 2024, las importaciones de México desde China alcanzaron los 12,487 millones de dólares, reflejando la profunda dependencia del mercado asiático. En contraste, la exportación más alta de México hacia China se registró en febrero de 2022, con apenas 1,190 millones de dólares, lo que evidencia un creciente desequilibrio comercial.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, comentó que el déficit comercial con China es alarmante: “Nosotros exportamos un dólar y les importamos 11”. Esta tendencia es preocupante y, según Ebrard, es necesario implementar medidas arancelarias para proteger la industria nacional, especialmente el sector automotriz.
Impacto en la inflación y sectores afectados
Ante este panorama, el Gobierno federal anunció un paquete de medidas arancelarias dirigido a países sin tratados comerciales, destacando a China. Ebrard reconoció que estos aranceles provocarán un aumento “leve” en la inflación mexicana, estimado en un 0.3%, pero subrayó que es un costo necesario para corregir el desequilibrio estructural.
Los principales productos que México exporta a China son: minerales de cobre y sus concentrados (40.5% del total), autopartes y accesorios vehiculares, aparatos médicos, tableros y consolas para PC, así como circuitos eléctricos integrados.
Por otro lado, las importaciones más significativas que realiza México desde China incluyen teléfonos móviles, máquinas y unidades de procesamiento de datos, refacciones automotrices, parques y accesorios de máquinas, y productos electrónicos y electrodomésticos.
Este contexto plantea un escenario complicado para las relaciones comerciales entre ambos países, y los efectos de las nuevas políticas arancelarias podrían reconfigurar el panorama económico en los próximos meses. La realidad es que México enfrenta un desafío significativo para equilibrar su balanza comercial y fortalecer su industria local.