El gobierno del estado de Morelos está implementando un innovador programa que busca reactivar la industria penitenciaria mediante la confección de sábanas, un esfuerzo que busca no solo generar ingresos, sino también contribuir a la rehabilitación de mujeres recluidas. Este proyecto, que ha sido impulsado por autoridades estatales y federales, se encuentra en una fase avanzada y ya ha recibido la visita de la directora del Instituto Nacional de la Economía Social, Catalina Monreal Pérez, quien ha colaborado para ponerlo en marcha como un programa piloto.
El plan beneficia a un total de doscientas mujeres, cien de las cuales están encarceladas y otras cien que viven en libertad. Las participantes se organizarán en tres cooperativas para llevar a cabo la fabricación de sábanas. Esta iniciativa ha sido facilitada gracias a gestiones realizadas por la gobernadora Margarita González Saravia, quien ha asegurado la compra de los productos por parte del IMSS-Bienestar a nivel nacional.
Las operaciones se centrarán en los municipios de Cuernavaca, Tlayacapan y Jiutepec, aunque existe la posibilidad de extender el programa a otros lugares como Tetecala y Puente de Ixtla. Las mujeres que se encuentran en prisión serán responsables de la costura en talleres que se establecerán en la nueva cárcel ubicada en el bulevar Cuauhnáhuac, mientras que aquellas que están en libertad se encargarán de la elaboración de patrones y el corte de las telas.
El secretario de Desarrollo Económico y del Trabajo, Víctor Sánchez Trujillo, destacó que además de los aspectos operativos, se está trabajando en el marco legal que garantice condiciones de pago justas para las internas. Esto incluye la creación de mecanismos que permitan que su trabajo contribuya a la seguridad social y ofrezca beneficios para sus hijos y familiares que dependen de ellas. “Es fundamental que, al cumplir su sentencia, puedan tener un ahorro, mantener a su familia y contar con capacitación que les permita autoemplearse”, afirmó Sánchez Trujillo.
Por su parte, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Miguel Ángel Urrutia Lozano, enfatizó la relevancia de la industria penitenciaria no solo como un medio de rehabilitación y capacitación laboral, sino también como una vía que podría facilitar la obtención de la libertad para algunos reclusos. Urrutia Lozano destacó que este tipo de iniciativas son derechos fundamentales y que la suspensión de la industria penitenciaria en administraciones anteriores ha perjudicado a muchas personas, quienes ahora podrían generar recursos para cumplir con las reparaciones de daño estipuladas en sus sentencias y así lograr su libertad.