HERMOSILLO, Son.- El Nuncio Apostólico Joseph Spiteri llevó a cabo una emotiva celebración eucarística en la Catedral de Hermosillo, donde recordó la vida y legado de San Juan Crisóstomo ante un auditorio lleno de maestros de escuelas católicas y religiosos. Durante su visita, Spiteri también realizó la ordenación del nuevo obispo en Nogales y bendijo las nuevas oficinas del Arzobispado de Hermosillo.
Elocuencia y Compromiso
En la misa, el Nuncio resaltó la importancia de la oratoria de San Juan Crisóstomo, cuyo apodo significa ‘boca de oro’ en griego, debido a su renombrada elocuencia. “Muchos maestros y profesores desearían poseer esa habilidad para captar la atención de sus alumnos”, comentó Spiteri. Sin embargo, subrayó que Crisóstomo utilizó su don no para exaltarse, sino para propagar las enseñanzas de Cristo y la verdad del Evangelio.
El Nuncio recordó que esta dedicación le costó mucho sufrimiento, ya que era conocido por denunciar las injusticias y la corrupción de su época, enfrentando la ira del emperador y de la nobleza por criticar su excesivo lujo. “Por defender la verdad de la fe, fue desterrado y atacado”, precisó Spiteri, enfatizando la relevancia de este mensaje en la actualidad.
Un Llamado a los Educadores
Durante su homilía, Spiteri hizo un llamado a los maestros presentes a cultivar un ambiente de aprendizaje saludable y a comunicar sus enseñanzas a través de su propio ejemplo. “En este inicio de ciclo escolar, es vital que los educadores fomenten el crecimiento integral de sus alumnos”, indicó.
El arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal, expresó su agradecimiento al Nuncio por su inspiradora homilía y por su cercanía con la comunidad. “Su presencia es un recordatorio de la importancia de vivir la fe en la vida cotidiana”, concluyó.
La visita de Spiteri resuena no solo en el ámbito religioso, sino también en el compromiso social que debe tener cada educador con su comunidad, un legado que, sin duda, San Juan Crisóstomo personificó en su tiempo.