El precio del oro superó los $3,586.82 por onza este viernes, alcanzando un máximo histórico sin precedentes. Este repunte, que registró un alza superior al 1%, fue impulsado por un informe de empleo en Estados Unidos que resultó más débil de lo anticipado, avivando las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) a finales de mes y aumentando la demanda por activos considerados refugios seguros.
El enfriamiento del mercado laboral
La reacción del oro fue inmediata tras la publicación de datos por parte del Departamento de Trabajo de EE. UU., que revelaron una clara desaceleración en la creación de nuevos puestos de trabajo y un incremento en la tasa de desempleo, la más alta desde finales de 2021. Estas cifras fueron interpretadas por los inversionistas como una señal de que la economía estadounidense está respondiendo a las altas tasas de interés, lo que refuerza el argumento para que la Fed considere un ciclo de recortes para evitar una desaceleración más profunda.
El oro, que no genera intereses, se vuelve más atractivo cuando caen los rendimientos de los bonos y las tasas de interés, ya que esto reduce el costo de oportunidad de mantenerlo.
Factores geopolíticos y la presión sobre la Fed
El aumento en el precio del oro no puede atribuirse únicamente a los datos económicos. En los últimos tres años, el metal precioso ha más que duplicado su valor, impulsado por una combinación de riesgos geopolíticos, tensiones comerciales y su papel tradicional como refugio en tiempos de incertidumbre. La situación se complica por la creciente presión política sobre la independencia de la Reserva Federal. El expresidente Donald Trump ha intensificado sus ataques, buscando forzar una reducción más agresiva de las tasas.
Los mercados vigilan de cerca un posible fallo judicial que determine si Trump puede destituir a la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, lo que podría abrir la puerta a nominaciones con políticas monetarias más flexibles.
Escenarios optimistas para el futuro del oro
La posible erosión de la independencia de la Fed ha llevado a algunos analistas a proyectar escenarios extremadamente optimistas para el precio del oro. Según analistas de Goldman Sachs, si la independencia del banco central se ve comprometida, los inversionistas podrían comenzar a mover parte de sus inversiones desde bonos del Tesoro hacia el oro. El banco de inversión estima que, si solo una fracción de estos flujos se concretan, el precio del oro podría dispararse hasta cerca de $5,000 por onza.
Esta perspectiva mantiene al oro como una opción estratégica fundamental en las carteras de inversión para protegerse contra la impredecibilidad de la política monetaria estadounidense. Más allá de la política, el repunte del oro refleja un cambio en las expectativas del mercado, donde la posibilidad de costos de endeudamiento más bajos en el futuro incrementa el atractivo del oro en comparación con otros activos que sí generan intereses, como los bonos.