La proveedora de la industria automotriz Pangea, conocida anteriormente como GST, ha tomado la drástica decisión de cerrar su planta en Saltillo y trasladar sus operaciones a la ciudad de León, dejando en la incertidumbre a sus 800 colaboradores. Este movimiento responde a la caída en las ventas provocada por la incertidumbre arancelaria que afecta al sector.
Impacto en la comunidad y la industria
Según fuentes internas de la empresa, el cierre está programado para octubre y se están preparando las liquidaciones correspondientes para los empleados afectados. La planta de Saltillo, ubicada en el Libramiento Óscar Flores Tapia, se dedicaba a la fabricación de costuras para vehículos automotores, un sector que ha sido severamente golpeado por las políticas comerciales del Gobierno de Estados Unidos.
El traslado de operaciones hacia la planta que Pangea tiene en el Bajío busca simplificar costos y reforzar su competitividad en un mercado cada vez más volátil. Sin embargo, esta decisión representa un duro golpe para la base proveedora automotriz de la Región Sureste de Coahuila, que había encontrado en Saltillo un punto estratégico para su desarrollo.
Consecuencias a largo plazo
La salida de Pangea no solo implica el cierre de una planta, sino también la incertidumbre laboral para cientos de familias que dependen de esta industria. Este caso refleja cómo la volatilidad de los mercados internacionales y las tensiones comerciales impactan las decisiones de inversión y permanencia de las empresas en México.
En un contexto donde la industria automotriz enfrenta constantes desafíos, es crucial que tanto las autoridades como los actores del sector busquen soluciones que garanticen la estabilidad laboral y el crecimiento económico en regiones como Saltillo.
