Argentina ha registrado una tasa de pobreza del 31.6% en el primer semestre de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esta disminución se produce en un contexto de mejora en los ingresos y una desaceleración de la inflación.
El informe de INDEC señala que tanto la pobreza como la indigencia han disminuido en 31 aglomerados urbanos. La pobreza se redujo de un 38.1% en el segundo semestre de 2024 a un 31.6% en el primer semestre de 2025, mientras que la indigencia pasó de 8.2% a 6.9% en el mismo período, lo que equivale a una caída de 6.5 puntos porcentuales en pobreza y 1.3 puntos en indigencia.
Los factores que han impulsado esta mejora incluyen una inflación acumulada de 19.5% en lo que va del año y un incremento del ingreso total familiar del 26.3%. Este aumento en los ingresos supera el crecimiento de la canasta básica total, que fue del 12.3%, lo que ha permitido a los hogares mejorar su poder adquisitivo en áreas como alimentación, vivienda, transporte, educación y salud.
El presidente Javier Milei celebró esta baja en la pobreza a través de sus redes sociales, subrayando los avances en libertad económica a pesar de las políticas de austeridad implementadas. No obstante, el Observatorio de la Deuda Social Argentina, un centro académico independiente, advirtió que los datos oficiales podrían no reflejar completamente la realidad del alivio social, especialmente en un entorno de alta volatilidad económica.
A pesar de la disminución en los niveles de pobreza, la actividad económica ha mostrado señales de debilidad, con una caída del 0.1% en julio, marcando el tercer mes consecutivo de contracción, según INDEC. Esta situación resalta la tensión existente entre las políticas de control inflacionario y el dinamismo del consumo en el país.