La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha lanzado una crítica contundente hacia el sistema bancario al cuestionar la deducibilidad de las cuotas que los bancos aportan al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB). Esta medida, que busca proteger a los ahorradores, ha generado controversia y refleja una preocupación más profunda respecto al manejo fiscal de las instituciones financieras en el país.
Contexto del Rescate Bancario
El rescate bancario de los años noventa, marcado por el Fobaproa, dejó una huella imborrable en la memoria colectiva de los mexicanos. Este mecanismo no fue el más eficiente para lidiar con la crisis del sector financiero, pero se convirtió en la única alternativa viable en ese momento. Con el tiempo, el IPAB surgió como una solución más efectiva, limitando la cobertura de seguros a 400 mil UDIS, aproximadamente 3 millones 400 mil pesos, y protegiendo así a los pequeños y medianos ahorradores.
Hoy en día, el IPAB asegura el 99.83% de los depositantes en México, casi alcanzando una cobertura total. Sin embargo, el debate no se centra en la efectividad del IPAB, sino en cómo los bancos han manejado sus obligaciones fiscales relacionadas. Según Sheinbaum, las instituciones han encontrado formas de deducir estas cuotas, lo cual va en contra de la práctica que se observa en otros países donde tales contribuciones no son deducibles.
Las Implicaciones de la Deducibilidad
Las cuotas que los bancos deben aportar al IPAB se establecen en un cuatro al millar, es decir, cuatro pesos por cada mil pesos de depósitos y obligaciones. Sheinbaum y el secretario de Hacienda, Edgar Amador, están analizando estos aspectos para maximizar ingresos fiscales sin necesidad de aumentar impuestos como el ISR, IVA o IEPS. La eliminación de la deducibilidad podría recuperar hasta 10 mil millones de pesos para el erario público.
Históricamente, la deuda del Fobaproa ha sido un tema espinoso; en 1999 representaba casi el 11% del PIB, mientras que el IPAB ha logrado reducirla a alrededor del 3% del PIB para 2025, gracias a la gestión del actual secretario ejecutivo, Gabriel Ángel Limón. Sin embargo, la carga del Fobaproa aún persiste y continúa afectando la percepción pública sobre el sistema financiero.
El mensaje de Sheinbaum es claro: es necesario fortalecer el sistema bancario, pero también es fundamental que las instituciones actúen con responsabilidad fiscal y transparencia. La legislación que se presentará en la Ley de Ingresos 2026 buscará cerrar los huecos que han permitido a los bancos deducir sus cuotas al IPAB, asegurando que todos los actores en el sistema financiero contribuyan de manera equitativa y sin abusos.
