La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha generado controversia con su propuesta de aplicar aranceles que oscilan entre el 10 y 50% a más de mil 400 fracciones arancelarias, con el objetivo de proteger la industria nacional. Sin embargo, esta medida podría tener consecuencias adversas para varios sectores clave de la economía mexicana.
Según especialistas consultados por Milenio, al menos seis sectores estratégicos dependen de insumos importados, principalmente de China. Entre estos insumos se encuentran elementos críticos como circuitos integrados, pantallas LCD/LED, cables eléctricos y baterías de litio, además de ingredientes farmacéuticos activos, de los cuales cerca del 90% proviene de Asia.
Impacto en sectores estratégicos
La Cámara de Comercio y Tecnología México-China ha advertido que la aplicación de estos aranceles podría impactar de manera directa a sectores como la movilidad eléctrica, la industria automotriz, la electrónica y las energías renovables. El encarecimiento de componentes esenciales podría elevar los costos de producción y, en consecuencia, afectar la competitividad de estas industrias en el mercado global.
Además, se ha señalado que China podría responder con represalias comerciales, lo que afectaría productos mexicanos como el cobre, la plata, la cerveza, el aguacate y la carne de cerdo. La Secretaría de Economía ha precisado que la lista de países afectados también incluye a Corea del Sur, Tailandia, India, Indonesia, Turquía y Rusia, naciones con las que México no mantiene acuerdos comerciales.
Inversión y empleo en riesgo
La iniciativa privada ha levantado la voz, alertando que el aumento en los aranceles podría poner en riesgo una inversión de 60 mil millones de pesos en la apertura de 800 puntos de venta de autos importados de China. Esto no solo comprometería más de 32 mil empleos directos, sino que también limitaría el acceso a vehículos eléctricos e híbridos en el país, una tendencia que ha ido en aumento.
La realidad es que la propuesta de aranceles de Sheinbaum, aunque busca proteger la industria nacional, podría tener efectos contraproducentes que agraven la situación económica de sectores vitales. Es fundamental que se analicen las implicaciones de estas políticas para evitar un impacto negativo en la economía mexicana.