La startup Interlune se posiciona para ser la primera empresa en extraer helio-3 de la Luna, un recurso valiosísimo que podría transformar la industria energética. En una presentación visual de su ambicioso proyecto, un diorama muestra una operación minera lunar, donde vehículos autónomos raspan la superficie y procesan el regolito para liberar este gas. El helio-3, esencial para futuras tecnologías de fusión, se vendió en 2024 a 2,500 dólares por litro, equivalente a unos 19 millones de dólares por kilogramo, según el Grupo Edelgas.
Desafíos y oportunidades en la minería lunar
El CEO de Interlune, Rob Meyerson, estima que una instalación con cinco de sus máquinas mineras podría generar al menos 10 kg de helio-3 anualmente, representando un valor cercano a 200 millones de dólares. Sin embargo, el camino hacia esta meta es complicado, ya que el helio-3 no es abundantemente accesible en la Luna. La compañía necesita desarrollar tecnología capaz de procesar millones de toneladas de regolito, el material que cubre la superficie lunar, enfrentando condiciones extremas y sin posibilidad de reparaciones en el lugar.
“Esa es una de las cosas en las que vamos a ser excelentes”, menciona Meyerson, refiriéndose a la producción de helio-3. La recolección del gas es un proceso complejo; se estima que menos del 1% del material procesado contendrá este isótopo valioso. Para lograrlo, el gas debe ser enfriado a temperaturas inferiores a los -450 grados Fahrenheit, lo que presenta un desafío técnico significativo.
La viabilidad económica del proyecto sigue siendo incierta. Según Chris Dreyer, profesor de recursos espaciales en la Escuela de Minas de Colorado, “no me sorprendería si no ganan dinero las primeras veces que hacen esto, pero con el tiempo tal vez puedan”. Interlune no está sola en esta carrera; varias startups buscan explotar recursos en la Luna y asteroides, pero su enfoque en el helio-3 podría ofrecerles una ventaja competitiva.
Financiamiento y el futuro del helio-3
Interlune ha recaudado 18 millones de dólares en financiamiento, incluyendo 15 millones de dólares en una ronda inicial en 2024 liderada por Seven Seven Six, del cofundador de Reddit, Alexis Ohanian. La compañía planea lanzar su primera excavadora lunar en 2029, con un contrato firmado con el Departamento de Energía de EE.UU. para entregar helio-3 a precio de mercado. Con el respaldo de Harrison Schmitt, ex astronauta y defensor de la minería lunar desde los años 80, Interlune cuenta con un equipo de gestión experimentado que incluye a Meyerson y Gary Lai, ex líder del programa New Shepard de Blue Origin.
El helio-3 es atractivo debido a su alto valor y su potencial como combustible para la fusión, que podría revolucionar la producción de energía. Empresas como Google y Amazon ya están explorando sus capacidades en computadoras cuánticas. La visión de Interlune no solo se limita a la extracción; también contempla el desarrollo de infraestructura lunar, que podría incluir la construcción de carreteras y zanjas para servicios públicos en la Luna y Marte.
La compañía enfrenta desafíos significativos en cuanto al diseño y la fabricación de sus máquinas mineras. “El costo más sustancial será lanzar todo a la superficie de la Luna”, advierte Meyerson. La opción de utilizar el cohete Starship de SpaceX promete reducir drásticamente los costos de lanzamiento, permitiendo que Interlune realice su operación a gran escala en un futuro cercano.
La exploración y extracción de helio-3 en la Luna no solo representa una oportunidad económica, sino también un avance en la búsqueda de recursos sostenibles para la Tierra. Como dice Schmitt, “una vez que haya un suministro confiable, todo tipo de cosas nuevas serán posibles”. Este es solo el comienzo de un viaje que podría cambiar la forma en que entendemos la energía y la exploración espacial.