Una tarjeta deportiva firmada por las leyendas del baloncesto Michael Jordan y Kobe Bryant está a punto de marcar un hito en la historia del coleccionismo. Esta pieza única, parte de la serie Dual NBA Logo Autographs de Upper Deck, se subastará los días 23 y 24 de agosto de 2025 en el evento Summer Platinum Night Sports Auction de Heritage Auctions.
Catalogada como 1/1, la tarjeta tiene un valor inicial que supera los 5 millones de dólares, y los expertos anticipan que podría venderse por más de 6 millones de dólares, convirtiéndose en la tarjeta de baloncesto más cara jamás subastada. Hasta ahora, solo tres tarjetas deportivas han alcanzado un valor superior en subasta.
Detalles que la hacen única
El verdadero valor de esta tarjeta no radica únicamente en las firmas de Jordan y Bryant, sino en los parches de camisetas que ambos usaron en juegos oficiales. Uno de esos parches incluye el codiciado logotipo dorado de la NBA que Jordan lució durante la temporada 1996-97, cuando la liga celebró su 50 aniversario. Esta combinación de rareza y nostalgia la convierte en un tesoro inigualable para los coleccionistas, según Chris Ivy, director de subastas deportivas de Heritage.
Michael Jordan, conocido como el rey de los 90, dominó la NBA con los Chicago Bulls, ganando seis campeonatos y cinco premios MVP. Su legado sigue siendo sinónimo de grandeza, y cualquier objeto relacionado con él despierta un ferviente interés entre los coleccionistas. Por su parte, Kobe Bryant, quien dejó una huella imborrable con los Los Angeles Lakers, conquistó cinco títulos y fue seleccionado 11 veces para el All-NBA First Team. La admiración que tenía por Jordan, a quien veía como su inspiración, creó un vínculo especial que esta tarjeta captura de manera única.
Un puente entre eras
No cabe duda de que esta tarjeta representa más que un simple objeto de colección; es un puente entre dos eras del baloncesto. Jordan, el rey de los 90, y Bryant, la estrella que brilló en los 2000, compartieron una mentalidad competitiva que los hizo leyendas. La subasta de esta tarjeta no solo atraerá a coleccionistas, sino que también celebrará la rica historia del baloncesto y el impacto perdurable de estos dos íconos en el deporte.
