Esta semana marcó un cambio significativo en la relación entre México y Estados Unidos, intensificada por el despecho de Donald Trump, quien en un mensaje de su red social Truth Social, expresó su frustración hacia México y su cercanía con potencias como China y Rusia. En un tono melodramático, similar a una canción de Juan Gabriel, mencionó que “que India y Rusia sean felices y prósperos con China, que ella es oscura y profunda”.
El mensaje de Trump se complementó con una imagen de Vladimir Putin y Xi Jinping, acompañados por Narendra Modi, primer ministro de India. Esto ocurre en un contexto donde la seguridad es el punto más frágil de la relación bilateral, y donde Marco Rubio, secretario de Estado de la Unión Americana, elogió a la administración de Claudia Sheinbaum por su cooperación en materia de seguridad.
Retos en la seguridad y el comercio
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha manifestado su intención de abordar la crisis del fentanilo en EE.UU., considerando a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas. Esta semana, incluso ordenó la destrucción de una lancha con drogas en aguas internacionales cerca de Venezuela. En este marco, Rubio destacó la importancia de contar con un aliado en seguridad al sur de la frontera, un mensaje que se alinea con declaraciones de la procuradora de Justicia de EE.UU., quien agradeció a México por la captura de varios líderes criminales.
La relación entre ambos países también comienza a enfocarse en el comercio, con Rubio indicando que México debe eliminar las barreras no arancelarias que entorpecen el T-MEC. La presidenta Sheinbaum respondió que se revisarán los 50 puntos planteados anteriormente por Trump, incluyendo las tarifas de 50% que EE.UU. impone al acero y al aluminio.
Presiones comerciales y el papel de China
El mensaje de despecho de Trump hacia China indica que las negociaciones entre EE.UU. y el país asiático no avanzan como se esperaba. Esto podría incrementar la presión sobre México, que se ha convertido en su segundo socio comercial más importante. En el primer semestre de este año, México importó desde China 62,127 millones de dólares y le exportó 4,592 millones de dólares, lo que contrasta significativamente con sus relaciones comerciales con Canadá.
A partir de mayo del año pasado, tras el anuncio de nuevos aranceles por parte del gobierno de Joe Biden, tanto EE.UU. como Canadá han señalado que México se ha convertido en una puerta trasera para mercancías chinas. Esto pone a México en una posición complicada, ya que la presión comercial hacia el país podría crecer.
Trump ha mostrado interés en un acuerdo comercial amplio, y por eso ha pausado los aranceles impuestos a México. Sin embargo, esta tregua podría ser efímera, y la presión para que México implemente más aranceles hacia China podría aumentar considerablemente. Las tensiones en materia de seguridad y comercio entre ambos países están en una balanza, y cualquier incidente podría cambiar el rumbo de este entendimiento.
