Un insólito incidente ha captado la atención de usuarios en redes sociales: una clienta de una pastelería en México tuvo que pedir un nuevo pastel minutos después de recibir el suyo, ¡porque un oso se lo había comido! La situación se volvió viral gracias a un video que muestra al animal devorando el postre en la casa de la mujer.
La sorprendente solicitud
La clienta, identificada como Melisa Romo, se comunicó con la dueña de la pastelería Cakestation mediante un mensaje que dejó a todos en shock: “Hola, un oso se comió mi pastel, ¿no tienes foto de él?”. Minutos después, agregó: “¿Te lo puedo pedir para el lunes? El mismo pastel”, acompañando su mensaje con videos donde se observa al oso irrumpir en su hogar y devorar el dulce.
La pastelera, incrédula ante la situación, respondió: “Hola, estoy en shock. Leí tu mensaje y dije: ¿cómo?” Esta interacción ha generado miles de reacciones en plataformas como Instagram y TikTok, donde el video ha acumulado más de 84,000 reacciones. Los comentarios de los internautas no se hicieron esperar, algunos expresando su preocupación por el oso: “Pobre oso, ¿no le hace daño el pastel? Así sin un cafecito a lado” y otros sorprendidos por la tranquilidad de la clienta: “Y lo dice tan tranquila: ‘un oso se comió mi pastel, ¿te puedo pedir otro para el lunes?’ jajaja”.
Un fenómeno viral
Este curioso incidente destaca cómo las redes sociales pueden convertir situaciones inusuales en fenómenos virales. La combinación de un hecho tan extraordinario como un oso comiendo un pastel y la reacción casi cotidiana de la clienta ha generado contenido entretenido que sorprende y divierte al público. Resulta interesante observar cómo la interacción humana puede ser entrañable, incluso en momentos inesperados o extremos.
La historia de Melisa y su pastelero se ha convertido en un recuerdo divertido que seguramente seguirá siendo comentado en redes sociales. Este tipo de situaciones no solo brindan humor, sino que también demuestran la capacidad de las personas para encontrar ligereza en lo cotidiano, incluso cuando se trata de un oso devorador de pasteles.