La comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha decidido entrar en paro tras una serie de actos violentos que han sacudido sus planteles. Desde la última semana de septiembre, el ambiente en la universidad se ha visto marcado por la violencia y la incertidumbre.
El 22 de septiembre, un estudiante identificado como Lex Ashton perpetró un ataque con arma blanca en el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur (CCH Sur), resultando en la muerte de Jesús Israel Hernández. Este trágico suceso fue solo el inicio de una serie de incidentes que llevaron a la comunidad estudiantil a manifestarse.
Un par de días después, una amenaza de bomba en la Escuela Nacional Preparatoria Número 6 ocasionó la evacuación del plantel, aumentando el clima de temor. El 25 de septiembre, se difundieron imágenes de una riña en las inmediaciones de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, que terminó con la detención de tres personas.
Ante estos sucesos, estudiantes de la UNAM comenzaron a organizar un paro que, hasta el viernes, afectó a 12 planteles, con algunas facultades operando a media capacidad. Las instituciones en paro incluyen las preparatorias y el CCH, así como varias facultades, como Filosofía y Letras, Trabajo Social, Enfermería y Obstetricia, Artes y Diseño, Ciencias Políticas y Sociales, Ciencias en modalidad activa y Música.
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, ha expresado su preocupación por la seguridad en los planteles y ha instado a las autoridades a tomar medidas. Este viernes, un grupo de estudiantes marchó hacia la Rectoría para exigir un ambiente más seguro después de los eventos ocurridos en el CCH Sur.
Durante la manifestación, los estudiantes, acompañados por padres de familia, realizaron un minuto de silencio en memoria de Jesús Israel, quien perdió la vida en el ataque. Este evento se enmarca dentro de un diálogo que se llevó a cabo en el auditorio del CCH Sur, donde se discutieron las demandas de seguridad en los planteles.
La situación actual en la UNAM refleja una creciente preocupación por la violencia en el entorno educativo, lo que ha llevado a la comunidad a tomar medidas drásticas para exigir cambios significativos y garantizar la seguridad de todos sus miembros.