La realidad de los niños y adolescentes indígenas en México ha mejorado notablemente, según Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Durante una reciente declaración, Regino enfatizó que gracias a la distribución de 6.5 toneladas de productos anuales por parte de Diconsa, más de 84 mil niños ya no enfrentan la difícil decisión entre estudiar o alimentarse.
Este avance se atribuye al Programa de Apoyo a la Educación Indígena (PAEI), el cual, en el primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, ha contribuido a reducir la deserción escolar en comunidades indígenas y afromexicanas. Para el 2025, el presupuesto asignado es de mil 908 millones de pesos, con un presupuesto ejercido al 30 de septiembre de un millón 404 mil pesos, según datos del INPI.
El PAEI ha permitido que los padres de familia se dediquen a sus labores sin preocuparse por la alimentación y la educación de sus hijos. Regino mencionó que este programa tiene un impacto significativo, especialmente en familias migrantes, ya que muchos niños permanecen en sus comunidades mientras sus padres trabajan en campos agrícolas.
La colaboración entre el INPI y Diconsa ha sido crucial para asegurar que 84 mil 356 niños y jóvenes indígenas reciban diariamente desayuno, comida y cena en mil 403 casas y comedores escolares en 23 estados del país. Regino destacó que el convenio permite la entrega de alimentos no solo a las comunidades cercanas, sino también a las más remotas, incluyendo la sierra Tarahumara y la Sierra Huichol.
Este programa se asegura de que la alimentación sea culturalmente pertinente y saludable, combinando productos locales como carne y verduras adquiridas en las comunidades con artículos no perecederos proporcionados por Diconsa, ahora conocida como Alimentación para el Bienestar.
El PAEI refuerza la economía local al priorizar la compra de productos de la región, garantizando que los alimentos sean de calidad y frescos. Regino enfatizó la importancia de que la dieta promovida en el programa incluya alimentos de la milpa, asegurando una nutrición adecuada para los niños.
Además, el INPI está comprometido con la revitalización de las lenguas indígenas, promoviendo que las casas y comedores sean administrados por comités formados por las propias comunidades. Esto no solo fortalece la participación local, sino que también asegura que los recursos se utilicen de manera efectiva.
El objetivo del PAEI es facilitar que los niños indígenas y afromexicanos tengan acceso y continuidad en su educación, no solo en niveles básicos, sino también en secundaria, bachillerato y educación superior. Regino concluyó resaltando que este enfoque integral es fundamental para el desarrollo de estas comunidades.