Un reciente estudio de la Secretaría de Gobernación de Puebla ha puesto de manifiesto la invisibilidad del trabajo doméstico no remunerado realizado por las mujeres en la entidad, el cual representa hasta el 25.27 por ciento del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE). La investigación, titulada “Visibilización y fortalecimiento de las mujeres poblanas en el mercado laboral”, revela que las mujeres dedican el 78.5 por ciento de las horas a esta labor, mientras que los hombres solo contribuyen con el 21.5 por ciento.
La carga del trabajo no remunerado
Este trabajo, fundamental para la economía familiar y social, ha sido históricamente menospreciado. A pesar de que en las últimas décadas se ha incrementado la participación de las mujeres en el ámbito laboral remunerado, los cambios en las dinámicas familiares aún son limitados. Las responsabilidades domésticas y el cuidado de personas dependientes, que recaen mayormente en ellas, restringen su capacidad de acceder a ingresos propios y de involucrarse en actividades políticas y sociales.
La realidad es que la precariedad laboral también afecta a aquellas mujeres que laboran como trabajadoras domésticas. Aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social ha implementado programas para regularizar esta actividad, la mayoría de ellas sigue en la informalidad, sin acceso a seguridad social.
Desigualdad persistente y lucha feminista
La valoración del trabajo doméstico no remunerado ha sido un tema central en las luchas del movimiento feminista, que busca transformar la desigualdad estructural entre hombres y mujeres. A pesar de los avances, la brecha de género persiste, evidenciando la necesidad de un cambio cultural que reconozca la importancia del trabajo que las mujeres realizan en el hogar.
Es urgente que tanto la sociedad como las autoridades reconozcan el valor económico y social de estas actividades, no solo para mejorar la situación de las mujeres, sino también para fortalecer la economía del estado. La lucha por la visibilización y el fortalecimiento del trabajo doméstico no remunerado es, sin duda, una de las batallas más significativas en la búsqueda de igualdad de género en Puebla y en todo México.