En un giro inesperado en un caso que ha conmocionado a la comunidad, Abril Carranza, una joven de 33 años que había sido reportada como desaparecida desde el 21 de julio en la colonia Atlanta, fue localizada con vida el 25 de julio en el estado de Guerrero. Sin embargo, las circunstancias de su desaparición y el regreso han generado una controversia significativa entre su familia y las autoridades locales.
El gobierno de Cuautitlán Izcalli, bajo la administración de Daniel Serrano, emitió un comunicado en el que asegura que la joven se ausentó por “motivos personales”. Según esta versión oficial, su ausencia fue voluntaria y no estuvo relacionada con ninguna actividad delictiva. La administración municipal afirmó que la joven recibió la asistencia de la Policía de Género para dar de baja su ficha de búsqueda en la Fiscalía.
No obstante, este relato ha sido desmentido por los familiares de Abril, quienes sostienen que la joven fue abandonada en Arenillas, Guerrero. A través de redes sociales y protestas, la familia había estado solicitando ayuda para encontrarla, enfrentándose a la falta de respuestas por parte de las autoridades. “Le cortaron el cabello, estaba hinchada del rostro, con el pantalón roto y sin sus pertenencias. No llevaba sus botas ni su chamarra. La policía no logró nada”, comentó una usuaria en redes sociales, reflejando el descontento y la angustia familiar.
Una de las familiares de Abril, identificada como González Hoshi, enfatizó que “es mentira que se fue por su voluntad, y también que la policía la localizó”. Estas declaraciones contrastan drásticamente con la narrativa oficial y han puesto en duda la eficacia de las autoridades en el manejo de casos de desapariciones en la región.
Durante los días de búsqueda, la frustración de la familia creció, lo que los llevó a cerrar los carriles laterales de la autopista México–Querétaro como una medida de presión para que las autoridades actuaran. Este tipo de protestas refleja la desesperación que siente una gran parte de la población en Cuautitlán Izcalli, un municipio que tiene la doble Alerta de Violencia de Género, una por feminicidio y otra por desaparición.
El incidente ha suscitado un debate sobre la respuesta de las autoridades ante casos de desaparición y violencia de género, temas que han cobrado gran relevancia en el contexto social actual de México. La falta de acciones efectivas por parte de las instituciones ha llevado a muchas familias a sentirse desamparadas, obligándolas a buscar soluciones por sí mismas, como fue el caso de la familia de Abril.
El caso de Abril Carranza se suma a una larga lista de incidentes que reflejan la crisis de violencia y desapariciones en el país, lo que exige una respuesta más contundente y efectiva por parte del Estado. La comunidad espera que las autoridades revisen sus protocolos y se comprometan a proteger a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.
