Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han decidido llevar a cabo paros en varios de sus planteles, en respuesta a las amenazas que han surgido tras el homicidio de un joven en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur. Esta situación ha generado una ola de manifestaciones en demanda de una mayor seguridad en el entorno educativo.
La preocupación entre los estudiantes se intensificó después de que se registraran amenazas virtuales, supuestamente emitidas por individuos que se identifican como miembros de grupos que promueven la subcultura conocida como “incel”. Estos individuos han utilizado redes sociales para difundir discursos de odio y amenazas hacia la comunidad estudiantil, afirmando ser seguidores de Lex Ashton, el agresor del CCH Sur, y anunciando la intención de llevar a cabo acciones similares en otras instituciones.
El primer paro se realizó el 22 de septiembre en el CCH Sur, decidido por los propios estudiantes tras el ataque. Posteriormente, otras instituciones, como los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades en Azcapotzalco, Oriente, Naucalpan y Vallejo, también se unieron a la protesta. Además, se han interrumpido clases en diversas facultades de Ciudad Universitaria, incluyendo las de Políticas, Ciencias, Arquitectura, Química, Veterinaria, Filosofía y Letras, Ingeniería, Artes y Derecho.
La Escuela Nacional de Trabajo Social suspendió actividades hasta el 3 de octubre, coincidiendo con la marcha conmemorativa de la masacre de Tlatelolco. Por su parte, la FES Acatlán reanudará sus actividades el 6 de octubre, mientras que la FES Aragón continuará sus clases de manera virtual.
Este ataque, que tuvo lugar en el sur de la Ciudad de México, ha dejado una profunda tristeza en la comunidad estudiantil y pone de manifiesto cómo los discursos de odio que proliferan en internet pueden trasladarse al ámbito real. Detrás del ataque de Ashton se encuentra una subcultura caracterizada por el machismo, la misoginia y posturas ultraconservadoras, que se agrupan bajo el término “manosfera”. Este concepto abarca comunidades virtuales donde hombres expresan resentimientos y odios hacia las mujeres, incluido el grupo de los “incels”, jóvenes que se consideran como tales por su aparente falta de atractivo físico y que culpan a las mujeres de su incapacidad para establecer relaciones sentimentales.
