Una reciente revisión de estudios revela que los beneficios de cuidar la salud cardiovascular se extienden más allá del corazón, impactando positivamente en todo el organismo. Los médicos han respaldado durante años prácticas que protegen contra las enfermedades cardíacas, la principal causa de muerte en adultos en Estados Unidos. Esta nueva investigación confirma que seguir pautas cardiosaludables reduce también el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y la demencia, mejora la movilidad e incluso aumenta las probabilidades de un embarazo saludable.
Beneficios de “Life’s Simple 7”
Los investigadores analizaron una década de estudios sobre “Life’s Simple 7”, un conjunto de pautas establecidas en 2010 por la Asociación Americana del Corazón. Estas recomendaciones incluyen seguir una dieta saludable, hacer ejercicio, no fumar y mantener el peso corporal, la glucosa en sangre, el colesterol y la presión arterial en niveles óptimos. En 2022, se añadió el dormir bien, convirtiéndose en “Life’s Essential 8”.
Según Liliana Aguayo, profesora adjunta de enfermería en la Universidad de Emory, seguir estas pautas no solo previene enfermedades cardiovasculares, sino que también ayuda a mantener la movilidad, la visión, la audición y otras funciones vitales. Los beneficios comienzan a nivel celular, reduciendo la inflamación y posiblemente impactando otros procesos del envejecimiento, explicó Anthony Molina, profesor de medicina en la Universidad de California, San Diego.
Impacto en la salud cognitiva y la movilidad
Un hallazgo clave de la revisión es que una buena salud cardiovascular, especialmente en la juventud y la mediana edad, se asocia con una mejor cognición, incluyendo un procesamiento mental más ágil y mayor fluidez verbal. Además, se relaciona con un menor riesgo de demencia y depresión. Esto se debe en parte al estado del sistema vascular, que transporta oxígeno y nutrientes esenciales a través del cuerpo.
La salud de las arterias es fundamental; seguir las pautas de “Life’s Simple 7” ayuda a mantener arterias fuertes y flexibles, evitando que se endurezcan o se obstruyan, factores que contribuyen a enfermedades cardíacas. Alison Moore, jefa de geriatría en la Universidad de California, San Diego, advirtió que el daño en los vasos sanguíneos puede incrementar el riesgo de accidentes cerebrovasculares y demencia.
Además, la movilidad es crucial a medida que envejecemos. La masa muscular y la fuerza tienden a disminuir con la edad, pero el ejercicio regular, parte de las prácticas recomendadas, contribuye a conservar estas capacidades. La investigación de Sameera Talegawkar, profesora de ciencias del ejercicio y nutrición en la Universidad George Washington, muestra que las dietas saludables para el corazón, como la mediterránea y la DASH, protegen contra el declive físico asociado a la edad.
Salud ocular y auditiva
Los mismos factores que benefician el corazón también mantienen sanos los capilares que nutren otros órganos, como los ojos y los oídos. Susan Spratt, profesora de medicina en la Universidad de Duke, explicó que niveles altos de glucosa y colesterol pueden obstruir los capilares del oído, aumentando el riesgo de pérdida auditiva.
Asimismo, una circulación deficiente hacia la retina puede provocar hemorragias y pérdida de visión. Spratt enfatizó que la clave está en mantener sanos los vasos sanguíneos.
Embarazo y salud cardiovascular
Una salud cardiovascular sólida también se traduce en embarazos más seguros, reduciendo complicaciones como la preeclampsia y la diabetes gestacional. Jennifer Haythe, cardióloga en el Centro Médico Irving de la Universidad Columbia, resaltó que el embarazo requiere un gran esfuerzo del corazón, y las mujeres con mala salud cardiovascular enfrentan mayores riesgos durante este periodo.
Las investigaciones indican que una salud cardiovascular deficiente durante el embarazo puede repercutir en la salud de los hijos en su adolescencia. Aguayo concluyó que mejorar nuestra salud es posible en cualquier etapa de la vida, desde la concepción hasta la vejez.
