El movimiento islamista palestino Hamás ha denunciado que la antigua administración del expresidente estadounidense Joe Biden obstaculizó deliberadamente las negociaciones de paz en Gaza, mientras que el actual Gobierno israelí también está saboteando los esfuerzos por alcanzar un cese al fuego. Este señalamiento surge tras el rechazo de la oferta de paz hecha por Hamás, que tuvo lugar la semana pasada cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desestimó una propuesta que buscaba poner fin al conflicto y evitar la ocupación de la ciudad de Gaza.
Revelaciones sobre el sabotaje a la paz
En una entrevista concedida al Canal 13 de la televisión israelí, Matthew Miller, el exportavoz del Departamento de Estado de EE.UU., confirmó que Netanyahu estaba obstaculizando las negociaciones por su “intransigencia”. Miller confesó que la Casa Blanca decidió no hacer públicas las tensiones por temor a fortalecer a Hamás. “Hubo momentos en los que teníamos muchas ganas de hacerlo público y dejar claro que pensábamos que el primer ministro estaba siendo completamente intransigente”, declaró durante la entrevista.
Hamás considera que estas declaraciones de Miller, así como las admisiones previas de funcionarios israelíes, corroboran su postura de que Netanyahu es el principal obstáculo para alcanzar acuerdos de intercambio y un alto el fuego. En un comunicado emitido por la agencia palestina Safa, el movimiento islamista subrayó que “Netanyahu asume la plena responsabilidad por el destino de los prisioneros que quedan con vida”.
Oferta de paz rechazada
Según fuentes cercanas a las negociaciones, la oferta rechazada por Netanyahu era muy parecida a la propuesta presentada por el actual enviado estadounidense a la región, Steve Witkoff, siguiendo las directrices israelíes. “Aceptamos un acuerdo parcial y mostramos disposición para un acuerdo integral, pero Netanyahu rechaza todas las soluciones”, lamentó Hamás, insistiendo en que “el acuerdo sobre un alto al fuego es el único camino para la devolución de los prisioneros”.
La realidad es que la situación en Gaza sigue siendo crítica, con un alto costo humano debido al prolongado conflicto. La comunidad internacional observa con atención este nuevo capítulo en las tensiones entre Hamás e Israel, mientras se busca una solución duradera que permita restaurar la paz en la región.
