Las fuertes lluvias que azotaron la Ciudad de México el pasado 15 de octubre de 2023 han desbordado el cauce de varios ríos, causando inundaciones en múltiples colonias. Las autoridades informaron que la situación ha generado encharcamientos significativos en áreas como Coyoacán e Iztacalco, lo que ha llevado a problemas de movilidad y daños materiales.
Impacto en la infraestructura urbana
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México reportó que, debido a la acumulación de agua, se han activado protocolos de emergencia para atender las zonas más afectadas. Vialidades principales como el Anillo Periférico y la Calzada de Tlalpan han presentado cortes de circulación, lo que ha complicado el tráfico en horas pico. Resulta curioso que, a pesar de los esfuerzos de mantenimiento en los drenajes, este tipo de eventos siguen afectando la cotidianidad de los capitalinos.
Los vecinos de las colonias más impactadas han expresado su preocupación ante la falta de prevención y la escasa respuesta de las autoridades. “Es la tercera vez en el mes que nos pasa, necesitamos soluciones permanentes”, comentó una residente de Coyoacán. Las imágenes de calles convertidas en ríos han circulado en redes sociales, evidenciando la gravedad de la situación.
Reacciones y medidas a seguir
El gobierno capitalino ha prometido realizar una evaluación exhaustiva de los daños y reforzar los sistemas de drenaje a largo plazo. Sin embargo, la realidad es que muchos ciudadanos sienten que estas promesas son solo palabras vacías. “Siempre dicen lo mismo y las lluvias siguen causando estragos”, señala un comerciante local, quien ha visto cómo su negocio se ve afectado cada vez que llueve intensamente.
Las comunidades afectadas están organizándose para exigir a las autoridades respuestas más efectivas y planes de mitigación que realmente funcionen. En este contexto, los próximos días serán cruciales para evaluar no solo los daños materiales, sino también la respuesta institucional ante un fenómeno que, lamentablemente, parece repetirse cada año.
