En un esfuerzo por contribuir al cuidado del medio ambiente y fomentar la conservación de la biodiversidad, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), a través del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA), ha lanzado el innovador proyecto denominado “Jardín para polinizadores”. Esta iniciativa, presentada el 29 de julio de 2025, coincide con la celebración del 30 aniversario del INIRENA y busca servir como un espacio educativo tanto para estudiantes universitarios como para niños de primaria y preescolar.
La directora del INIRENA, Catalina Rosas Monge, destacó que el jardín no solo busca atraer a polinizadores, fundamentales para el equilibrio de los ecosistemas, sino que también se propone como un recurso didáctico. “Los jardines para polinizadores ayudan a que haya la asistencia aquí de polinizadores que favorecen la biodiversidad y, al mismo tiempo, son un espacio de educación, de prácticas y de generación de información”, explicó Rosas Monge en un comunicado de prensa.
La importancia de los polinizadores, como las abejas y mariposas, es crucial para el crecimiento de muchas plantas y la producción agrícola. Sin embargo, estos organismos enfrentan serias amenazas debido a la actividad humana. El profesor investigador del INIRENA, Eduardo Mendoza Ramírez, quien coordina el proyecto, señaló que la pérdida de hábitats naturales, el cambio climático y el uso de productos químicos en la agricultura son factores que contribuyen a la disminución de estas especies. “En las zonas urbanas, se pierden mucho los recursos que generalmente utilizan estos animales, como son las plantas con flores”, agregó.
El proyecto de jardines para polinizadores tiene como objetivo mitigar estos efectos negativos, ofreciendo un espacio donde se puedan cultivar plantas con flores que produzcan néctar. Esta estrategia no solo beneficiará a los polinizadores, sino que también busca crear conciencia sobre la importancia de cuidar las flores silvestres, muchas de las cuales son dañadas sin consideración.
Además de su función ecológica, estos jardines se contemplan como una herramienta para la educación ambiental. Mendoza Ramírez enfatizó que el jardín puede funcionar como un “campo de práctica”, facilitando la transmisión de conocimientos a los estudiantes y fomentando su interés en la conservación de la naturaleza. Al respecto, mencionó que ya existen iniciativas similares en la Facultad de Biología de la UMSNH, por lo que el objetivo es conectar estos esfuerzos para generar un mayor impacto en la comunidad.
El proyecto se encuentra en su fase inicial, pero se tiene la meta de expandir la creación de jardines para polinizadores en diversas zonas de Morelia y otras ciudades. “La idea es hacer crecer los jardines y también producir plantas que sean propias de la región”, explicó Mendoza Ramírez. Con este enfoque, el INIRENA no solo busca combatir el daño ambiental, sino también involucrar a la comunidad en acciones concretas que beneficien al ecosistema local.
La creación de un jardín para polinizadores representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y la educación ambiental en México. Con iniciativas como esta, se espera inspirar a más instituciones y comunidades a adoptar prácticas que ayuden a preservar la biodiversidad y a fomentar un entorno más saludable para las generaciones futuras.