El titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado y de la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala (SEPE–USET), Homero Meneses Hernández, enfatizó la importancia de salvaguardar la dignidad de la niñez dentro del sistema educativo tras los recientes sucesos en Zacatelco. En un evento en el que una autoridad comunitaria actuó como madrina de generación de una secundaria pública, su comportamiento ha suscitado cuestionamientos, lo que llevó a Meneses a hacer un llamado a la legalidad y al respeto de los derechos humanos.
Meneses Hernández subrayó que la situación ya está bajo la competencia de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). El funcionario expresó su confianza en que las investigaciones se realizarán de manera rápida y responsable, para garantizar que se tomen las medidas necesarias ante cualquier irregularidad.
El titular de la SEPE–USET dejó claro que, aunque los hechos no ocurrieron dentro de la escuela, es imperativo que ningún acto en el ámbito educativo vulnere la dignidad de los menores. “No se trata de prejuicios ni de persecuciones, sino de principios. Las escuelas deben ser espacios seguros, formativos y libres de violencia, sin excepción”, declaró Meneses.
Además, hizo un llamado a la comunidad educativa para que la clausura escolar programada para el 15 de julio se lleve a cabo en un ambiente de paz y armonía. A padres de familia, maestros y maestras, les pidió actuar con serenidad, compromiso ético y claridad pedagógica, priorizando siempre el bienestar de los estudiantes y evitando cualquier tipo de confrontación.
La declaración de Meneses resuena con un enfoque más amplio que busca reforzar la protección de los derechos de la niñez en el entorno educativo, especialmente en contextos donde la violencia o la falta de respeto pueden comprometer su desarrollo emocional. Este tipo de pronunciamientos son cruciales en un momento en que se requiere una reflexión profunda sobre las prácticas educativas en la región.
La preocupación por la seguridad y el bienestar de los estudiantes no es nueva, pero la reciente controversia en Zacatelco ha puesto de relieve la necesidad de revisar y fortalecer las políticas que rigen las interacciones entre las autoridades educativas y la comunidad. A medida que se avanza en las investigaciones, la expectativa es que se tomen las decisiones adecuadas para asegurar que tales incidentes no se repitan en el futuro.
En conclusión, las palabras de Homero Meneses Hernández destacan la urgencia de establecer un entorno educativo donde se priorice la dignidad y el desarrollo integral de los niños y adolescentes, asegurando que cada acción dentro del sistema educativo contribuya a un ambiente positivo y seguro para todos.