Un reciente estudio de la Secretaría de Gobernación de Puebla revela que el trabajo doméstico no remunerado realizado por las mujeres en la entidad representa el 25.27 por ciento del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE). Este dato pone de manifiesto la enorme contribución que las mujeres hacen al sustento económico de sus familias, a menudo sin reconocimiento ni compensación.
Un análisis revelador
Realizado con datos de 2023, el estudio titulado “Visibilización y fortalecimiento de las mujeres poblanas en el mercado laboral” muestra que las mujeres en Puebla dedican el 78.5 por ciento de las horas al trabajo doméstico no remunerado, mientras que los hombres solo aportan el 21.5 por ciento. Esto evidencia una carga desigual que se traduce en limitaciones económicas y sociales significativas para las mujeres.
A pesar de que en las últimas décadas ha aumentado la participación de las mujeres en trabajos remunerados, los cambios en las dinámicas familiares son aún limitados. La realidad es que las responsabilidades domésticas y el cuidado de personas dependientes recaen en gran medida sobre ellas, restringiendo sus oportunidades de generar ingresos propios y participar en la vida política y social.
Desigualdad persistente y precariedad laboral
Además, el incremento de mujeres que se dedican a trabajar como empleadas domésticas se encuentra mayoritariamente en la informalidad y la precariedad laboral. Muy pocas de estas mujeres cuentan con acceso a la seguridad social, a pesar de los esfuerzos del Instituto Mexicano del Seguro Social por regularizar esta actividad. Esto resalta la necesidad de abordar el trabajo doméstico no remunerado como parte integral de la economía y de la lucha por la igualdad de género.
El reconocimiento del valor del trabajo doméstico ha sido un tema central en las luchas del movimiento feminista en México. Vale la pena recordar que la organización patriarcal de la sociedad ha perpetuado la desigualdad estructural, y es esencial que se visibilicen estas dinámicas para avanzar hacia una mayor equidad entre hombres y mujeres.
En conclusión, el estudio pone de manifiesto la urgencia de reconocer y valorar el trabajo doméstico no remunerado, ya que es una pieza clave en la economía y en la vida de las familias poblanas. La lucha por la igualdad de género y el reconocimiento de estos aportes son fundamentales para construir una sociedad más justa.