La ONU ha declarado oficialmente la hambruna en la Franja de Gaza, una situación catastrófica que afecta a más de 500 mil personas. Este anuncio, realizado el 27 de octubre de 2023, marca la primera vez que se reconoce una hambruna en el Medio Oriente, señalando la gravedad de la crisis humanitaria que se vive en la región.
Una crisis humanitaria sin precedentes
La declaración se produce tras un análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) que revela un panorama devastador: la inanición generalizada, la indigencia y las muertes evitables son la realidad de muchos en Gaza. La situación se prevé que se extienda a las gobernaciones de Deir Al Balah y Khan Younis en las próximas semanas, lo que podría agravar aún más la crisis.
El secretario general de la ONU, António Guterres, utilizó su cuenta en la red social X para expresar su preocupación: “Justo cuando parece que ya no quedan palabras para describir el infierno que se vive en Gaza, se ha añadido una nueva hambruna”, escribió. Guterres enfatizó que esta crisis no es un misterio, sino un “desastre provocado por el hombre” y un “fracaso de la humanidad misma”.
Responsabilidades internacionales
Guterres subrayó que, como potencia ocupante, Israel tiene obligaciones inquebrantables bajo el derecho internacional, incluyendo el deber de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población afectada. “No podemos permitir que esta situación continúe impunemente”, manifestó, exigiendo un alto el fuego inmediato y un acceso humanitario pleno y sin restricciones.
Por su parte, el director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, añadió que la hambruna “podría haberse evitado” si no hubiera sido por “la obstrucción sistemática de Israel”. En una rueda de prensa en Ginebra, Fletcher comentó: “Los alimentos se acumulan en las fronteras debido a la obstrucción sistemática de Israel” y alertó que esta crisis “nos atormentará a todos”.
La realidad es que la hambruna en Gaza refleja el colapso de los sistemas esenciales para la supervivencia humana. Muchos, incluidos niños, están muriendo de hambre en medio de una crisis que podría haberse prevenido con la cooperación y el cumplimiento de las normas internacionales. La comunidad internacional enfrenta una encrucijada moral: la necesidad urgente de actuar es ahora.