Los museos y teatros que habían permanecido cerrados reabrieron sus puertas tras un acuerdo entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y los trabajadores sindicalizados, quienes demandaban cambios en la entrega de uniformes. A solo tres días del paro, que generó una serie de movilizaciones, el INBAL cedió a las exigencias de los empleados y aceptó que la ropa de trabajo se entregue a través de tarjetas electrónicas.
“Tras una serie de reuniones con las representaciones sindicales, se han alcanzado acuerdos… Los recintos del INBAL reabrirán sus puertas, lo que permitirá retomar las actividades artísticas y culturales en beneficio de la sociedad”, destacó el instituto en un comunicado oficial.
Restablecimiento de actividades culturales
Los trabajadores se mostraron satisfechos con el resultado de las negociaciones. “¡Lo logramos! La ropa de trabajo será entregada en formato de tarjeta electrónica. Este triunfo es resultado de la resistencia, unidad y convicción de todos ustedes”, afirmó la sección D-III-22 INBAL del Sindicato Nacional de Cultura. Gracias a este acuerdo, los visitantes pudieron volver a disfrutar de espacios como el Palacio de Bellas Artes, el Nacional de Arte, y el Museo de Arte Moderno, entre otros.
No obstante, a pesar de la reapertura, se canceló el concierto programado de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes que se iba a llevar a cabo a las 20:00 horas, lo que generó descontento entre los asistentes.
Protestas y cierre de la Biblioteca Vasconcelos
Por otro lado, las manifestaciones en la Secretaría de Cultura no cesan. Ayer, la Biblioteca Vasconcelos fue cerrada hasta nuevo aviso debido a las demandas que los trabajadores han elevado hacia su director general, Rodrigo Borja Torres. Entre las quejas se encuentran la falta de mantenimiento y la escasez de insumos, problemas que ya habían sido denunciados durante un paro en abril pasado.
Las acciones del sindicato resaltan la necesidad de atención a las condiciones laborales y al mismo tiempo la importancia de mantener abiertas las puertas de la cultura en el país. La situación actual pone de manifiesto la lucha constante de los trabajadores por mejores condiciones, mientras que la comunidad cultural espera que los espacios permanezcan accesibles para todos.