MORELIA, Mich., 18 de julio de 2025.- Con la llegada del receso escolar, los niños disfrutan de un tiempo adicional en casa, lo cual representa una oportunidad única para reforzar hábitos alimenticios saludables. La secretaria de Educación del Estado (SEE), Gabriela Molina, destacó la importancia de complementar la estrategia Vive Saludable, Vive Feliz, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en el entorno familiar.
Según un comunicado de prensa, fomentar una dieta equilibrada durante este periodo no solo ayuda a mantener la energía y el buen humor de los más pequeños, sino que también contribuye a su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo. Este es el momento ideal para que padres, madres y tutores exploren opciones nutritivas y divertidas que los niños puedan disfrutar sin comprometer su bienestar.
Una clave para unas vacaciones sanas radica en tener a la mano una variedad de snacks nutritivos que reemplacen las opciones menos saludables. Las frutas frescas, como manzanas, plátanos, peras, uvas y melón, cortadas en trozos atractivos, siempre son una excelente elección. Además, se pueden preparar brochetas de frutas variadas para hacerlas aún más apetitosas y divertidas.
Las verduras, a menudo olvidadas como opción de snack, pueden ser igualmente atractivas si se presentan con aderezos saludables. Zanahorias baby, pepinos en rodajas, tiras de pimiento o jícama con un toque de limón y chile en polvo sin sal, o acompañadas de hummus casero, pueden transformar la percepción que los niños tienen de las verduras.
El consumo de lácteos y sus derivados también juega un papel fundamental en la alimentación de los niños. El yogur natural sin azúcar, mezclado con fruta fresca o un poco de miel, se convierte en una opción rica en calcio y probióticos. Por otro lado, el queso panela en cubos o rebanadas, combinado con galletas integrales, ofrece una buena fuente de proteínas y es saciante, ideal para esos momentos de hambre entre comidas.
Para aquellos instantes en que se busca algo más sustancioso, un puñado de frutos secos como almendras, nueces o cacahuates naturales—siempre y cuando no haya riesgo de alergias—, así como semillas de girasol o calabaza, son opciones que aportan grasas saludables y fibra. Es vital recordar que las porciones deben ajustarse a la edad y necesidades de los niños, garantizando una alimentación balanceada.
En conclusión, la estrategia Vive Saludable se extiende más allá de las aulas y busca involucrar a las familias en la creación de hábitos alimenticios que perduren en el tiempo. Este receso escolar puede ser la oportunidad perfecta para que los adultos participen activamente en la nutrición de los niños, asegurando un crecimiento y desarrollo saludable.
