En un giro sorprendente, el nuevo director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), el abogado Nicolás Dapena Fernández, presentó su renuncia apenas horas después de haber sido nombrado oficialmente por el gobierno. Esto ocurrió el 10 de septiembre de 2025, un día que comenzó con la esperanza de una nueva gestión en medio de tensiones por la seguridad vial en el país.
Contexto de la Designación y Renuncia
La designación de Dapena Fernández se dio en un clima de incertidumbre, tras el rechazo del Congreso de la Nación a los decretos que buscaban eliminar la Dirección Nacional de Vialidad. Su nombramiento se formalizó con la publicación del Decreto 641/2025 firmado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, aunque la comunicación oficial llegó tardíamente. A pesar de haber sido seleccionado para ocupar el cargo dejado por Pedro Scarpinelli, quien había sido nombrado el 11 de junio de 2024, Dapena Fernández decidió no asumir debido a “problemas de incompatibilidad” relacionados con una consultoría externa.
Su mensaje de renuncia, que fue compartido en inglés a través de su cuenta de LinkedIn, dejó claro que no podía aceptar el cargo bajo las circunstancias actuales. La situación se complicó aún más al ser el gobierno acusado de corrupción en la gestión anterior, lo que había llevado a la decisión de cerrar organismos clave como la ANSV.
Implicaciones de la Renuncia en el Sistema de Transporte
La renuncia de Dapena Fernández se produce en un momento crítico para la seguridad vial, ya que la anulación de los decretos que pretendían disolver la ANSV y otros organismos como la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial (CNTySV) y la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) había sido una victoria para quienes defienden la regulación del transporte en el país. Estas entidades son fundamentales para el control y la seguridad en las carreteras mexicanas, y su restablecimiento fue resultado de una lucha legal que culminó en la aceptación de un recurso de amparo.
La decisión de disolver estas instituciones había sido anunciada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien justificó el cierre en base a acusaciones de corrupción vinculadas con la Causa Vialidad. Sin embargo, la presión pública y el rechazo del Congreso hicieron que el gobierno tuviera que dar marcha atrás, reestableciendo las funciones de estos organismos.
Con la renuncia de Dapena Fernández, el gobierno no solo pierde un nuevo director en la ANSV, sino que también enfrenta la responsabilidad de nombrar a un nuevo líder en un contexto de creciente escrutinio y expectativas sobre la seguridad vial en México. La incertidumbre persiste mientras el país espera ver cómo se desarrollarán los próximos pasos en la reestructuración de la seguridad vial y el transporte.