El Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM) ha manifestado su intención de embargar a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) debido a los adeudos pendientes por concepto de ayuda sindical desde el año 2020. Esta decisión surge ante la falta de diálogo y acercamiento con las autoridades educativas de la Casa de Hidalgo, lo que ha llevado a la dirigencia del sindicato a considerar esta medida como una opción viable para concretar los pagos atrasados.
Compromisos incumplidos
La dirigencia del SUEUM enfatizó que existe un acuerdo previo con la administración estatal sobre el compromiso de pagos que no han sido cumplidos, afectando directamente a los trabajadores. El sindicato ha notificado a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje sobre el incumplimiento del convenio firmado en abril de este año, en presencia de representantes de la universidad y del propio sindicato.
Es relevante mencionar que en la firma del acuerdo estuvo presente Javier Cervantes, secretario general de la UMSNH, junto con Carlos Torres Piña, entonces secretario de Gobierno, quienes acordaron los pagos pendientes. Sin embargo, la rectora Yarabi Ávila González ha declarado que la universidad no se comprometerá a cumplir acuerdos realizados fuera de los procedimientos legales establecidos y sin la debida información a la autoridad universitaria.
Consecuencias del conflicto
El posible embargo es una medida que, según el SUEUM, podría ser necesaria dada la falta de respuesta por parte de la UMSNH. La situación refleja no solo una crisis financiera para los trabajadores, sino también un deterioro en la comunicación entre el sindicato y las autoridades educativas. La realidad es que esta problemática se ha prolongado y ya se han explorado diferentes vías de resolución, pero sin éxito hasta el momento.
Con esto, el SUEUM reitera su compromiso de luchar por los derechos de sus agremiados, y la presión sobre la UMSNH parece intensificarse. La falta de cumplimiento con los pagos de ayuda sindical no solo afecta a los trabajadores, sino que también podría tener repercusiones en la imagen de la institución educativa, que se encuentra en el ojo del huracán.