Un tribunal en Neuquén ha tomado la controvertida decisión de absolver a un hombre identificado como M. H. A. S., quien enfrentaba cargos de abuso sexual en contra de su hija de 50 años, diagnosticada con un grave retraso madurativo. La sentencia se dio a conocer esta semana, firmada por la jueza Mónica Sauli y los jueces Rodrigo Lupica Cristo y Carolina Piana, quienes concluyeron que la Fiscalía no logró demostrar los hechos de manera concluyente.
Detalles del caso y la sentencia
Según el fallo, el tribunal determinó que la acusación no cumplió con los estándares constitucionales de certeza, lo que impidió dictar una condena penal. Durante el proceso, la defensora pública, Ivana Dal Bianco, sustentó los cargos a través de relatos fragmentados de terceros, pero no presentó la declaración directa de la presunta víctima. La mujer, quien fue entrevistada en Cámara Gesell, mostró un retraso madurativo equivalente a una edad mental de aproximadamente seis años, lo que generó dudas sobre la validez de su testimonio.
El tribunal subrayó que la presencia de un familiar durante la entrevista afectó la fidelidad del relato, ya que este intervenía constantemente, completando e interpretando las respuestas de la mujer. Esto comprometió la credibilidad de la prueba, que se limitó a expresiones aisladas y gestos ambiguos sin precisión sobre los hechos denunciados.
Implicaciones y conclusiones del tribunal
Además, la evidencia médica presentada reveló un desgarro antiguo del himen y una infección vaginal, aunque los peritos reconocieron que existían causas no sexuales que podrían explicar estos hallazgos, un punto defendido por la defensa. Los magistrados recordaron que en todo proceso penal prevalece la presunción de inocencia, y corresponde a la Fiscalía demostrar tanto los hechos como la participación del acusado.
El juez Lupica Cristo puntualizó que no se puede afirmar que los hechos no ocurrieron, sino que no se acreditaron con la certeza necesaria para condenar. La acusación, a cargo de la fiscal Eugenia Titanti, sostenía que los abusos se habrían producido de manera reiterada entre 2021 y junio de 2022, en una vivienda de la capital provincial. A lo largo del juicio, surgieron contradicciones entre familiares sobre la identidad del supuesto autor, lo que debilitó aún más la hipótesis de la Fiscalía.
Este caso ha generado un intenso debate en la sociedad, reflejando la complejidad y los desafíos que enfrentan las víctimas con discapacidades en el sistema judicial. La absolución, aunque basada en la falta de pruebas contundentes, plantea preguntas sobre la protección de personas vulnerables y la necesidad de mejorar los mecanismos de testimonio en situaciones tan delicadas.
