El 2 de septiembre, el gobierno de Venezuela acusó a la administración de Donald Trump de utilizar Inteligencia Artificial para manipular las pruebas relacionadas con el ataque de la marina estadounidense a una embarcación que supuestamente traficaba drogas desde su territorio. Este suceso ha generado una intensa controversia diplomática entre ambos países.
Las acusaciones de manipulación
Tras el ataque, el Secretario de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, afirmó que la administración de Trump había compartido imágenes que, según él, fueron alteradas para justificar la intervención militar. “Basta ya, Marco Rubio, de alentar la guerra e intentar manchar las manos de sangre al presidente Donald Trump. Venezuela no es una amenaza”, expresó Ñáñez a través de su cuenta en Telegram.
La marina de los Estados Unidos llevó a cabo el ataque contra la embarcación en el Caribe, alegando que estaba involucrada en actividades de narcotráfico. La evidencia presentada por la Casa Blanca incluía imágenes previas a la intervención, lo que desató las acusaciones de manipulación por parte del gobierno venezolano.
La reacción de Venezuela y el contexto regional
Venezuela ha enfrentado críticas internacionales sobre su situación de seguridad y su conexión con el narcotráfico, pero la administración de Maduro sostiene que estas acusaciones son parte de una campaña para justificar acciones agresivas en su contra. Ñáñez también acusó a Rubio de engañar a Trump respecto al nivel de inseguridad que representa Venezuela para el continente, en un contexto donde las tensiones políticas siguen en aumento.
El uso de la Inteligencia Artificial en conflictos geopolíticos plantea preguntas sobre la veracidad de la información y la manipulación en la era digital, un aspecto que cobra relevancia en esta disputa entre Venezuela y Estados Unidos. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo se desarrolla esta situación delicada.
