Saltillo, Coah.- En un hecho sin precedentes, el cine ha cruzado por primera vez las puertas de El Colegio Nacional, una de las instituciones más prestigiosas de México, gracias a la incorporación de Alejandro González Iñárritu. Este destacado cineasta mexicano, reconocido a nivel internacional, fue nombrado nuevo miembro de esta organización fundada en 1943, que reúne a las figuras más influyentes del ámbito intelectual, científico y artístico del país.
La llegada de Iñárritu a El Colegio Nacional no solo representa un reconocimiento a su trayectoria, sino también a su impacto en la historia del cine contemporáneo. Su obra ha elevado el nombre de México en el escenario internacional, marcando un hito que resuena en festivales de cine alrededor del mundo. Al recibir este honor, el cineasta expresó su asombro y gratitud, pero también su conciencia sobre la responsabilidad que implica: “una responsabilidad con el desarrollo del conocimiento en México”.
La voz de Iñárritu se vuelve fundamental en el contexto actual, tal como lo destacó Cristina Rivera Garza, presidenta de El Colegio Nacional. Ella señaló que “en los momentos graves que vivimos, su mirada nos ayuda a dialogar mejor sobre arte, sociedad y política”. Esta afirmación subraya la relevancia de su perspectiva en un país donde los debates culturales y sociales son cada vez más urgentes.
Con una filmografía que incluye obras icónicas como Amores Perros, 21 Gramos, Babel, Biutiful, Birdman, El Renacido y Bardo, Iñárritu ha sido un innovador en el lenguaje cinematográfico. Su debut con Amores Perros no solo lo catapultó a la escena internacional, sino que también recibió una nominación al Oscar a Mejor Película Internacional y el reconocimiento del Festival de Cannes.
La evolución de su carrera ha estado marcada por logros significativos. Con 21 Gramos, Sean Penn ganó la Copa Volpi en el Festival de Venecia, mientras que Benicio del Toro y Naomi Watts fueron nominados al Oscar. Babel fue un parteaguas, ya que fue la primera vez que un cineasta mexicano ganó el premio a Mejor Director en Cannes, así como la primera vez que un director y productor mexicano fue nominado al Oscar.
El reconocimiento continuó con Biutiful, que consolidó su estatus como autor con una doble nominación al Oscar y el premio a Mejor Actor en Cannes para Javier Bardem. Más tarde, con Birdman, Iñárritu obtuvo cuatro Premios Oscar, incluyendo Mejor Director y Mejor Película, y El Renacido le sumó otro Oscar, reafirmando su lugar entre los grandes del cine mundial. Finalmente, Bardo, su obra más introspectiva, lo llevó de regreso a su país natal, cerrando un ciclo significativo en su carrera.
Al unirse a El Colegio Nacional, Iñárritu se incorpora a una comunidad de 110 figuras dedicadas a la divulgación del conocimiento de manera libre y gratuita. Esta nueva etapa implica una serie de conferencias, publicaciones y encuentros con la sociedad, lo que promete enriquecer el diálogo cultural en México. Su ingreso no solo representa una victoria para el cine, sino también una oportunidad para que el arte se convierta en una herramienta poderosa de reflexión y memoria colectiva.
Con esta incorporación, el cine entra en la conversación más amplia del país, no solo como un medio de entretenimiento, sino como una forma viva de memoria, lenguaje y reflexión. La trayectoria de Iñárritu, forjada entre dos mundos, México y Estados Unidos, se vuelve más relevante que nunca en la búsqueda de un diálogo profundo sobre las realidades contemporáneas.
