El anuncio de que Bad Bunny será el encargado del show de medio tiempo del Super Bowl en 2026 ha causado un revuelo inmediato en las redes sociales. Mientras muchos celebran la inclusión del artista puertorriqueño, hay quienes muestran su descontento. No obstante, su participación se suma a la lista de grandes figuras que han marcado el espectáculo más visto en Estados Unidos.
La elección de Bad Bunny establece un nuevo precedente en la historia del deporte estadounidense, similar al impacto que tuvo Michael Jackson en 1993. Desde ese año, el show de medio tiempo dejó de ser un simple complemento y se transformó en un evento global, atrayendo la atención de millones de espectadores en todo el mundo.
El espectáculo de Michael Jackson en 1993 se considera un punto de inflexión. Con una producción escénica innovadora y una actuación impecable, el Rey del Pop elevó el concepto del medio tiempo a un nivel que permitía la participación de artistas de renombre mundial.
Otro momento memorable tuvo lugar en 2002, cuando la banda U2 rindió un homenaje conmovedor a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre. Su actuación unió su música con un mensaje de esperanza y solidaridad, convirtiéndose en una de las presentaciones más recordadas en la historia del Super Bowl.
En 2005, Paul McCartney asumió el escenario del Super Bowl XXXIX, ofreciendo un setlist que incluyó clásicos como “Hey Jude” y “Live and Let Die”. Su actuación, sobria pero poderosa, demostró que la música rock clásica también tiene un lugar en este evento.
La actuación de Prince en 2007 es considerada uno de los mejores shows de medio tiempo. A pesar de la intensa lluvia en Miami, el artista interpretó “Purple Rain”, creando un momento icónico que se grabó en la memoria cultural del evento.
El espectáculo de Katy Perry en 2015 destacó por su impresionante despliegue visual, incluyendo la aparición del famoso “Left Shark”, que se convirtió en un fenómeno viral. Su presentación se consolidó como uno de los shows más comentados en redes sociales.
Con la confirmación de su participación, Bad Bunny no solo representa la fuerza de la música latina en el escenario global, sino que también continúa un legado de espectáculos que han marcado a generaciones. El artista puertorriqueño buscará dejar su huella en el evento más grande del mundo en el ámbito del deporte y el entretenimiento.