Las celebraciones del Día de Muertos han reunido a numerosas comunidades hispanas en Estados Unidos, destacando su importancia para los mexicanos y otros latinoamericanos. Este evento cultural, que combina lo religioso con lo familiar, se llevó a cabo en diversas ciudades, incluyendo Minneapolis, donde más de 100 personas acompañaron a bailarines aztecas hacia la escuela secundaria El Colegio. Allí, los estudiantes exhibieron altares en honor a sus ancestros.
Para Daniela Rosales, una estudiante de último año de la mencionada escuela, esta festividad representa “una forma de dar la bienvenida a los ancestros, aun si no están aquí físicamente, pero sí espiritualmente”. Resaltó que estos rituales ayudan a fortalecer la comunidad y brindan un sentido de seguridad en tiempos difíciles.
Las celebraciones han cobrado una relevancia especial este año, en un contexto marcado por el aumento de las redadas de inmigración bajo la administración del presidente Donald Trump. A pesar del temor a la deportación, las comunidades latinas han participado activamente en los eventos, reafirmando su resiliencia y orgullo cultural. “Decidimos que no podíamos rendirnos”, afirmó Justin Ek, cofundador del festival del Día de Muertos en Mankato, Minnesota. “Nuestras celebraciones culturales son lo que necesitamos para llenar nuestras almas para lo que está por venir”.
La conmemoración en Mankato comenzó en 2018 como un evento pequeño en el estacionamiento de un negocio de pintura y este año atrajo a unas 12 mil personas. La festividad incluyó música en vivo y una variedad de esculturas de papel maché, como Catrinas y alebrijes, y fue financiada por donaciones de la comunidad.
Ek también compartió que su familia, que llegó de México cuando él era un niño, perdió muchas conexiones con su tierra natal debido a las dificultades por las que pasaron. Las festividades del Día de Muertos se han convertido en una forma de honrar lo que se ha perdido y reavivar lazos familiares, además de recordar a los seres queridos que han fallecido. “Es nuestra manera de honrar lo que perdimos”, manifestó Ek.
Esta celebración se distingue por su mezcla de alegría y reflexión, contrastando con el ambiente festivo de Halloween y los memoriales más solemnes de las celebraciones cristianas de Todos los Santos y el Día de los Difuntos. Según Cary Cordova, profesor de la Universidad de Texas, el Día de Muertos ha evolucionado a lo largo de los siglos, combinando prácticas indígenas con el catolicismo, y se caracteriza por rendir homenaje a los muertos a través de ofrendas elaboradas que incluyen comida, bebida y objetos que los difuntos apreciaban.
Los participantes creen que las almas de sus seres queridos regresan en estos días, guiadas por las velas y las flores de cempasúchil, que iluminan el camino hacia las ofrendas, creando un vínculo entre el mundo de los vivos y el de los muertos.






























































