Cristian Castro ha vuelto a acaparar la atención pública con su particular visión sobre la inactividad, reafirmando su postura en el programa Despierta América. Durante una reciente entrevista, el cantante compartió su perspectiva sobre el valor de no hacer nada, un tema que ya había abordado en 2020, cuando sorprendió a todos con su confesión de que simplemente no hace nada.
La filosofía de la inactividad
En aquel entonces, durante una plática con Dante Gebel, Castro dejó claro que la obsesión social por estar ocupados no le atrae. “A la gente le gusta estar ocupada. Hasta en su perfil de WhatsApp lo dicen: ‘ocupado, solo urgencias’, ‘estoy en el gym’… Yo no tengo nada que hacer”, manifestó, provocando risas y reacciones diversas en redes sociales. Ahora, cinco años después, este enfoque ha evolucionado en una especie de filosofía personal.
Durante su aparición en Despierta América, Cristian explicó cómo logra alcanzar ese estado que él mismo define como “no hacer nada”: “Es como no existir, no estar en ningún lugar… simplemente estás en la nada, estás pandémico”. Para él, esta actitud no debe confundirse con pereza, sino que es una forma consciente de desconectarse del ruido del mundo moderno.
Un debate sobre productividad y bienestar
“Hacer nada es pensar: sigo en pandemia, estoy en pandemia. Tu mente tiene que estar en un estado inexistente”, explicó entre risas, tanto suyas como de los presentadores. Aunque sus declaraciones puedan parecer excéntricas, han abierto un debate profundo sobre la relación entre productividad, éxito y bienestar. ¿Es realmente necesario estar siempre haciendo algo para tener valor, o deberíamos aprender a simplemente existir sin presiones, como plantea Cristian?
El intérprete de Azul ha convertido esta idea en un mensaje recurrente, asegurando que incluso comparte este conocimiento con sus cercanos: “Siempre que hablo con las personas les digo: ‘te voy a enseñar a no hacer nada’. No hagas nada.” En un mundo que a menudo valora la eficiencia y el constante movimiento, Castro defiende el arte de la quietud como una forma de resistencia, una vía para recuperar la calma en medio de la hiperactividad que parece invadirlo todo.
Esta visión invita a la reflexión sobre nuestras propias vidas y la presión que sentimos por estar siempre ocupados. En tiempos donde la productividad parece dictar nuestro valor personal, la propuesta de Cristian Castro se convierte en un respiro en medio de la vorágine diaria.