El cineasta italo-argentino Hernán Zin, reconocido por su trabajo en documentales sociales, lleva más de dos décadas enfocándose en el conflicto palestino-israelí, particularmente en la franja de Gaza. En su más reciente visita a Madrid, presentó la secuela de su aclamado documental “Nacido en Gaza”. En una conversación profunda, Zin compartió su percepción sobre la situación actual en la región y los efectos devastadores que ha tenido en la población.
“Este es el único conflicto del mundo en el que se culpa a las víctimas”, afirmó Zin. Esta declaración lleva consigo una carga de desesperanza y crítica hacia la narrativa que rodea el conflicto. A su juicio, Israel ha logrado lo que muchos consideran un genocidio, con la eliminación sistemática de una clase media que podría haber contribuido a la reconstrucción del país. “Han matado a todos los ingenieros, académicos, maestros de escuela o médicos”, subrayó, señalando cómo estas pérdidas impactan en el futuro y en la capacidad de recuperación de Gaza.
En su analogía, comparó la estrategia israelí con la invasión nazi a Polonia, donde se eliminó a la clase media en un corto período. “Es la misma estrategia que está siguiendo Israel”, explicó, enfatizando que esta táctica no solo busca eliminar vidas, sino también desmantelar la estructura social necesaria para la reconstrucción. La situación actual, donde los niños nacen con deficiencias debido a la falta de nutrición y el trauma constante, es una señal alarmante de la descomposición de la sociedad.
“Es la primera vez que un genocidio se retransmite en directo”, reflexionó. Zin destacó que, a pesar de la cobertura mediática, solo se está mostrando una fracción de lo que realmente sucede en Gaza. Los medios tradicionales no están allí para proporcionar el contexto necesario; en su lugar, las imágenes llegan a través de redes sociales, muchas veces sin la profundidad que requieren. “Yo lloro todos los días”, confesó, transmitiendo la angustia que siente al estar tan lejos de la realidad que ha documentado durante tantos años.
“Nacido en Gaza”, estrenado en 2014, documentó la vida de diez niños que vivían en medio de bombardeos. Sus historias, que incluyen la pérdida de familiares y el trauma psicológico, se convirtieron en un testimonio conmovedor del sufrimiento humano. En esta nueva entrega, “Nacido en Gaza 2”, Zin buscó actualizar las historias de esos mismos niños, ahora convertidos en adultos. “Cuando comenzó la guerra del 7 de octubre, el documental se convirtió en lo más visto a nivel mundial en Netflix. La gente me preguntaba qué había pasado con esos niños”, relató el cineasta.
A pesar de sus intentos por regresar a Gaza en 2023, se encontró con barreras que nunca antes había enfrentado en su carrera. “Israel no deja entrar a periodistas. Esto no me había pasado jamás, ni en Siria ni en Congo”, explicó. Sin embargo, logró trabajar con un equipo local cuya composición ha cambiado debido a la violencia que enfrenta la prensa en la región. Los relatos de aquellos niños que Zin había conocido anteriormente fueron un rayo de esperanza: “Los encontramos, todos estaban vivos”, afirmó, aliviado de saber que siguen adelante a pesar de las circunstancias adversas.
En su presentación en el Ateneo de Madrid, Zin estuvo acompañado de figuras destacadas como la fotoperiodista hispano-palestina Maysún, y los reporteros palestinos Yousef Hammash y Wael Al-Dahdouh. Asimismo, participaron Raquel Martí, directora de UNRWA España, y el embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahed. Juntos, discutieron la importancia de visibilizar el sufrimiento en Gaza y la manipulación de la información que se presenta a nivel global.
Zin también resaltó que el conflicto en Gaza es un laboratorio de estrategias bélicas que eventualmente se implementan en otras partes del mundo. “En 2004, Israel ya usaba drones, tecnología que ahora se ha globalizado”, comentó. Asimismo, mencionó el uso de programas de vigilancia, como Lavender, que recopila información de millones de habitantes de Gaza, y otros sistemas que han sido vendidos a gobiernos alrededor del mundo. “Gaza es el ejemplo más grotesco de lo que nos espera como humanidad si no despertamos”, concluyó.
La proyección de “Nacido en Gaza 2” no solo ofrece una continuación de las historias de aquellos niños, sino que también sirve como un llamado a la acción. Zin enfatiza que la indiferencia hacia el sufrimiento ajeno puede tener repercusiones más amplias en la humanidad. “Todos somos Gaza porque nos va a tocar tarde o temprano”, advirtió, instando a la audiencia a enfrentarse a la realidad y a no banalizar el dolor de los inocentes.
Las imágenes del documental revelan la transformación de los protagonistas, quienes, tras una década de guerra, han enfrentado pérdidas inimaginables. “¿Qué será de nosotros cuando seamos mayores?”, se preguntaban de niños. Ahora, como adultos, comparten su dolor y esperanzas, recordando que “estamos agradecidos de que no se nos olvide”. A través de su trabajo, Zin busca no solo documentar el sufrimiento, sino también mantener viva la memoria de aquellos que han sido afectados por el conflicto.