Una noticia triste ha impactado a los seguidores de Shrek en todo el mundo: el fallecimiento de Perry, el burro que sirvió de inspiración para el famoso personaje de la franquicia, conocido simplemente como Burro. Perry, originario de Jerusalén, falleció el 2 de enero de 2025 a los 30 años, tras ser sacrificado debido a laminitis, una enfermedad que afecta los cascos de los equinos.
Perry, también llamado Pericles, fue objeto de estudio por parte de los animadores de DreamWorks en 1999. Durante ese tiempo, observaron sus movimientos, incluyendo la manera en que inclinaba la cabeza y su forma de trotar, lo que ayudó a dar vida al carismático Burro que Eddie Murphy interpretó en la pantalla grande.
Gran parte de la vida de Perry transcurrió en Palo Alto, California, específicamente en el pastizal de Barron Park Donkeys, donde se convirtió en un querido miembro de la comunidad. A través de los años, su personalidad y gestos únicos no solo cautivaron a los animadores, sino que también conquistaron a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerlo en persona.
En sus últimas semanas, los cuidadores de Perry lo acompañaron con amor y canciones, mientras que la ciudad colaboró para cubrir sus gastos médicos. Su legado, sin embargo, va más allá de la animación; su influencia perdura en el personaje de Burro, que sigue alegrando a nuevas generaciones.
Las redes sociales se inundaron rápidamente de mensajes de afecto y nostalgia. Un usuario expresó: “Bueno… The years start coming and they don”t stop coming”, en referencia a una famosa canción de Smash Mouth. Otros comentaron que Perry es un “héroe que realmente podemos llorar” y que sentían la necesidad de un abrazo.
Perry demostró que incluso un animal puede convertirse en un ícono, no solo en el ámbito cinematográfico, sino también en los corazones de quienes lo rodearon. Su historia nos recuerda que la inspiración puede surgir de los lugares más inesperados.
