La reciente coronación de Fátima Bosch como Miss Universo México 2025 ha desatado una ola de controversia en el certamen de belleza, celebrado el 13 de septiembre de 2025. La representante de Tabasco fue elegida entre 27 participantes, quienes, al conocer la decisión del jurado, abandonaron el escenario visiblemente molestas.
El descontento fue palpable, ya que solo tres concursantes se acercaron a felicitar a Bosch, mientras que la mayoría se retiró sin mostrar apoyo. La situación se agravó con acusaciones de fraude e insinuaciones sobre la conexión de la familia Bosch con la Cuarta Transformación (4T).
En medio de la polémica, varias concursantes expresaron su indignación. Camila Canto, Miss Puebla, fue clara al manifestar que “Fátima no merecía ganar”, una opinión que le costó recibir amenazas de muerte en redes sociales. Asimismo, Celeste Hidalgo, Miss Sonora, comentó que “el silencio colectivo habla más que mil palabras”, refiriéndose a la reacción de sus compañeras tras el resultado.
Fátima Bosch, quien tiene 25 años y es egresada de la Universidad Iberoamericana en diseño de moda, proviene de una familia influyente en Tabasco. Su padre, Bernardo Bosch, es un personaje destacado en el sector energético y asesor de Pemex, lo que ha alimentado las especulaciones sobre su relación con la 4T.
Además, el hermano de Fátima busca incursionar en la política, y su tía, Mónica Fernández, ocupa un cargo importante en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP). La controversia ha llevado a Fátima a denunciar la falta de sororidad en el certamen, aunque ahora se enfoca en su rol como representante de México en el certamen internacional de Miss Universo.
La situación actual refleja tensiones más allá de un simple concurso de belleza, evidenciando una compleja intersección entre el espectáculo y la política en México.
