El 7 de noviembre de 2025, Netflix lanzó una de las películas más esperadas del año: Frankenstein, la adaptación del aclamado director Guillermo del Toro de la clásica novela de Mary Shelley, escrita en 1818. Este proyecto ha sido una obsesión personal para Del Toro a lo largo de varias décadas. En entrevistas, ha manifestado: “He vivido con la creación de Mary Shelley toda mi vida. Para mí, es la Biblia”. Con esta obra, busca aportar una perspectiva más humana a los dilemas morales y emocionales que plantea la historia original.
La trama gira en torno a Víctor Frankenstein, un joven científico que, motivado por su ambición de desafiar las leyes de la naturaleza, crea un ser a partir de partes de cadáveres. Sin embargo, al verse horrorizado por su creación, decide abandonarla, lo que desencadena una serie de tragedias y actos de venganza. Esta narrativa indaga en temas como la responsabilidad del creador y el rechazo social, aspectos que Del Toro ha tratado con gran sensibilidad.
Frankenstein ha sido objeto de múltiples adaptaciones en el cine y la televisión, desde el icónico filme de James Whale de 1931 hasta versiones más recientes. Lo que distingue esta nueva interpretación es el enfoque emocional y visualmente poético que caracteriza a Del Toro. Las grabaciones se llevaron a cabo en Toronto y Escocia, lugares elegidos por su atmósfera melancólica y su arquitectura gótica. Jacob Elordi, quien da vida a la criatura, pasó hasta diez horas diarias en un proceso de maquillaje para transformarse físicamente.
En el rol de Víctor Frankenstein, Oscar Isaac presenta a un científico brillante y egoísta, cada vez más consumido por su obsesión con la vida y la muerte. Los críticos han elogiado su actuación, destacando el equilibrio entre genialidad y locura en su personaje. El elenco incluye también a Mia Goth como Elizabeth y a Christoph Waltz como el enigmático Heinrich Harlander, un mecenas que se adentra en los peligros de la ciencia.
El filme tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia, donde recibió una ovación de 13 minutos, consolidando aún más a Del Toro como uno de los directores más destacados del cine contemporáneo. La crítica ha reaccionado positivamente a la película, elogiando tanto su estética visual como las actuaciones del elenco. Variety destacó la transformación de Elordi, describiéndola como “una interpretación física y emocionalmente devastadora”. Además, el diseño de producción fue calificado como uno de los logros técnicos más notables del cine reciente.
La publicación Fotogramas resaltó el estilo único de Del Toro, considerándolo un autor que crea universos fantásticos para celebrar la singularidad humana y criticar el despotismo institucional. Por su parte, Deadline destacó la fuerza del reparto, afirmando que Elordi brilla en un papel diferente al que está acostumbrado. Según The Hollywood Reporter, la película es una “narración a escala épica, de excepcional belleza y creatividad artística”.
En la visión de Del Toro, el monstruo es tanto víctima como reflejo de la ambición y arrogancia humanas. Según El País, la película representa “una experiencia fílmica enorme, una mirada tierna y empática hacia el monstruo y todos aquellos que se sienten como él”. Esta perspectiva compasiva hacia lo diferente, presente en la filmografía de Del Toro, refuerza la noción de que los verdaderos monstruos suelen ser aquellos que ocultan su naturaleza tras una apariencia normal.
Con su combinación de drama gótico, sensibilidad poética y efectos visuales innovadores, Frankenstein se perfila como uno de los grandes estrenos del año. La película es considerada una de las obras más personales y ambiciosas de Guillermo del Toro, una reinterpretación moderna de un mito que, más de dos siglos después, sigue cuestionando a la humanidad sobre los límites del poder, la ciencia y el amor.
































































