La Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo este domingo ataques aéreos en Sanaá, la capital de Yemen controlada por los hutiés, como respuesta a las agresiones continuas del grupo rebelde contra el Estado de Israel y sus civiles. Según un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los bombardeos se dirigieron hacia “infraestructura militar del régimen terrorista huti en la zona de Sanaá, incluyendo un sitio militar donde se ubica el palacio presidencial, así como las plantas eléctricas de Asar y Haziz, y un depósito de combustible; todas utilizadas para fines militares”.
El comunicado de las FDI agrega que “el ataque a las plantas eléctricas afecta la producción y el suministro de electricidad para fines militares”, lo que evidencia cómo los hutiés utilizan infraestructura civil para sus operaciones bélicas. Además, el ejército israelí recordó que este grupo opera bajo la dirección y financiación del régimen iraní, que también ha sido señalado por su apoyo a otras facciones en conflictos regionales.
Reacción ante los ataques hutiés
Los ataques aéreos israelíes se producen tras el lanzamiento, el viernes pasado, de un dron y un misil balístico por parte de los hutiés, que incluía una bomba de racimo. Según los informes de la Fuerza Aérea israelí, esta fue la primera vez que los hutiés utilizaron tal tipo de proyectil. Una de las municiones impactó el patio de una vivienda en Ginaton, causando daños menores. La investigación militar sobre por qué no fue interceptado el proyectil continúa, aunque el ejército israelí asegura que esta falla no está relacionada con el modelo de la ojiva.
Las FDI afirmaron que “los sistemas de defensa aérea, con énfasis en la capa superior, son capaces de lidiar e interceptar tales misiles, como lo han hecho en el pasado”. Durante la guerra de 12 días en junio, Irán también lanzó misiles balísticos con ojivas de bombas de racimo contra Israel en al menos dos ocasiones. Según información disponible, los hutiés que operan en Yemen reciben suministros de Irán, lo que agrava la situación en la región.
Contexto del conflicto
La escalada de violencia ha estado en aumento desde el inicio de la guerra en Gaza tras los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023, y ha continuado a pesar del alto el fuego que se estableció entre los hutiés y Estados Unidos en mayo de este año. Israel ha llevado a cabo bombardeos en Sanaá y otras áreas controladas por los insurgentes, como respuesta a los constantes ataques que recibe.
Esta situación refleja la complejidad del conflicto en el Medio Oriente, donde las alianzas y los intereses políticos se entrelazan, generando un ciclo de violencia que afecta a miles de civiles. La realidad es que la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos, que podrían tener repercusiones más amplias en la estabilidad de la región.
