En un giro sorprendente de los acontecimientos, Jon Cryer ha hablado abiertamente sobre las desigualdades salariales durante la grabación de la famosa serie Dos hombres y medio. A pesar de su exitoso papel en la serie, Cryer ganó considerablemente menos que su compañero Charlie Sheen, quien, a pesar de sus problemas de adicción, continuó recibiendo contratos millonarios. Estas revelaciones se encuentran en el reciente documental aka Charlie Sheen, que se estrenó el 10 de septiembre de 2023 en Netflix.
Desigualdades salariales y decisiones polémicas
Cryer, quien tiene 60 años, expresó su desconcierto al observar cómo su colega Sheen firmaba contratos cada vez más lucrativos, incluso en sus momentos más críticos. “Él estaba en caída libre, en todos los sentidos que uno pueda imaginar, y renegociaba su contrato por otro año de un programa en el que yo también estaba”, comentó. Afirmó que la producción de CBS había “pre-vendido un par de temporadas más” y consideraban que “valía la pena gastar esa cantidad asombrosa de dinero en Charlie”. Esto refleja un patrón curioso en la industria, donde la fama puede eclipsar cualquier problema personal.
Para ilustrar su punto, Cryer realizó una comparación inusual al señalar que Sheen se comportaba de manera similar al dictador norcoreano Kim Jong Il, en el sentido de que su comportamiento errático generaba preocupación y, por ende, apoyo financiero. “Él actuaba como un loco todo el tiempo y, por eso, los países le daban cantidades enormes de ayuda porque tenían miedo. Eso fue lo que pasó aquí”, explicó Cryer. Este tipo de analogías muestra la complejidad de la situación en la que se encontraba Sheen, quien mientras firmaba acuerdos multimillonarios, Cryer recibía solo una fracción de esos ingresos.
El ascenso y caída de una estrella
Dos hombres y medio se estrenó en 2003 y rápidamente se convirtió en una de las comedias más exitosas en la televisión estadounidense. La serie seguía la vida de dos hermanos, Charlie (Sheen) y Alan (Cryer), que compartían casa mientras criaban al hijo de Alan, Jake, interpretado por Angus T. Jones. En 2010, Sheen ingresó a rehabilitación, aunque poco después regresó al set. Ese mismo año, firmó un contrato histórico que le otorgaba dos millones de dólares por episodio, convirtiéndose en el actor mejor pagado de la televisión en ese momento.
Sin embargo, su carrera dio un giro drástico cuando volvió a rehabilitación un año después y la producción fue suspendida. Sus escándalos mediáticos, incluyendo insultos al creador de la serie Chuck Lorre y críticas a Jon Cryer, culminaron en su despido en 2011, siendo reemplazado por Ashton Kutcher, quien interpretó a Walden Schmidt hasta el final de la serie en 2015.
Cryer admitió que dudó en participar en el documental debido a la complicada relación que tuvo con Sheen durante los ocho años que trabajaron juntos. Expresó sus reservas sobre la forma en que se narran los altibajos de Charlie: “Parte del ciclo de la vida de Charlie es que comete errores terribles, toca fondo y luego se recupera. No quería ser parte de ese ciclo. No estoy aquí ni para ensalzarle ni para destruirle”, declaró.
Por otro lado, Sheen ha reconocido que no mantiene contacto con Cryer, pero dejó abierta la posibilidad de un cierre para la serie que marcó sus carreras. “Todavía le debo una llamada a Johnny. No sé si ese programa volvería o si tendría la oportunidad de terminar como corresponde, pero si sucediera lo haría más por los fans que por mí mismo, para darle un verdadero final”, mencionó en una entrevista con Entertainment Tonight.
El documental Nombre artístico: Charlie Sheen ofrece una mirada sin filtros a los momentos más oscuros y brillantes de un actor que pasó de ser el mejor pagado de la televisión a convertirse en un ejemplo de cómo la fama y las adicciones pueden destruir una carrera. Estas revelaciones de Jon Cryer no solo iluminan la desigualdad en el mundo del entretenimiento, sino que también invitan a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas en un entorno tan competitivo.