Kim Kardashian ha compartido detalles sobre su matrimonio y posterior divorcio con el rapero Kanye West en el podcast “Call Her Daddy”. La empresaria y figura pública se refirió a su relación como “tóxica” y comentó cómo ha enfrentado la situación con sus hijos durante este proceso.
En la conversación, Kardashian explicó que la falta de estabilidad fue uno de los principales factores que llevaron a su decisión de separarse. “No me sentía segura, ni emocional ni económicamente”, dijo. A pesar de su amor por West, se dio cuenta de que, cuando la pareja no está dispuesta a realizar cambios saludables, la relación se vuelve difícil de sostener.
La influencer admitió que, aunque tiende a recordar solo los aspectos positivos, ha aprendido a no tolerar comportamientos perjudiciales a medida que madura. Reconoció que, aunque ha reflexionado sobre sus elecciones románticas pasadas, no se arrepiente de ellas. En este sentido, mencionó que sus padres, Kris Jenner y Robert Kardashian, fueron un ejemplo positivo de cómo debería ser una relación.
Kardashian y West, quienes estuvieron juntos durante casi 15 años, se casaron en 2014 pero iniciaron el proceso de divorcio en 2021, el cual se formalizó en 2022. La empresaria también habló sobre los desafíos de la crianza compartida con West, respondiendo a acusaciones de que impide que sus hijos vean a su padre. “Siempre que él lo pide, yo dejo que los vea”, afirmó.
La situación ha sido complicada, especialmente para su hija mayor, North West, quien ha mostrado ser observadora de lo que sucede a su alrededor. En uno de los momentos más conmovedores de la entrevista, Kardashian relató que North la confrontó al decirle que sabía que su madre lloraba en secreto y le sugirió que debería volver a casarse. “Me lo dice todo el tiempo”, comentó entre risas.
La empresaria enfatizó que nunca habla negativamente de West frente a sus hijos, ya que considera que hay suficiente información sobre él en el público. “Lo último que necesitan es escuchar cosas negativas de mí”, concluyó Kardashian.
