“La verdadera historia de Ricardo III”, una producción argentina dirigida por Calixto Bieito, se estrenará en los Teatros del Canal de Madrid este martes. Esta obra aborda la maldad humana, que según el director, es parte de nuestra naturaleza biológica y psicológica.
Desde su debut en junio en Buenos Aires, la obra ha logrado convertirse en uno de los espectáculos más exitosos del teatro argentino. Ahora, se presenta en la Sala Roja Concha Velasco de Madrid, como parte de la programación del Canal Hispanidad, y estará en cartelera hasta el 9 de octubre, según informa el centro de artes escénicas.
Escrita por William Shakespeare entre 1591 y 1592, “Ricardo III” narra la historia de un tirano que usurpó el trono de Inglaterra y murió en combate a los 32 años, tras un reinado breve y turbulento. Este personaje, considerado uno de los más grandes villanos de la dramaturgia, se caracteriza por su ambición desmedida y su capacidad para la traición y el asesinato.
La obra se centra en los peligros que representa la ambición y el poder, así como en la manipulación y la lucha entre el destino y el libre albedrío. Joaquín Furriel, uno de los actores más destacados de Argentina, encarna a Ricardo III, en un reencuentro artístico con Bieito, con quien ya trabajó en una versión de “La vida es sueño” en 2010.
La adaptación de Bieito se inspira en el descubrimiento en 2012 de los restos de Ricardo III en Leicester, confirmados a través del ADN de sus descendientes. A partir de este hallazgo, el director español realiza una disección de la historia del monarca, explorando no solo su breve reinado, sino también la esencia de la maldad humana.
El director reflexiona sobre la violencia y la corrupción presentes en las historias de Shakespeare, planteando interrogantes sobre cómo la humanidad se enfrenta a la complejidad de un mundo donde la política, la cultura y la tecnología están intrínsecamente conectadas. “La brutalidad y la angustia han acompañado a la humanidad desde sus inicios”, comparte Bieito.
La escenografía de la obra, diseñada por Barbora Haráková Joly, incluye un automóvil que domina la escena, mientras que la atmósfera sonora es creada por Janiv Oron. La iluminación, los efectos visuales y la vestimenta, a cargo de Paula Klein, complementan una puesta en escena que promete ser impactante.