En 2022, Netflix lanzó una serie basada en cómics que rápidamente se convirtió en un fenómeno. Con críticas muy positivas y un sólido grupo de seguidores, era previsible que se produjera una segunda temporada para seguir la trama. Sin embargo, cuando los nuevos episodios se estrenaron en julio de 2025, aunque regresaron al top de visualizaciones, también marcaron un fracaso que reveló una verdad: la desconexión entre la producción y el público.
La serie, inspirada en el cómic homónimo de Neil Gaiman para DC, gozó de un gran éxito en su primera temporada. La anticipación fue tal que los ejecutivos de la plataforma tuvieron que asegurar a los fervientes fans que la continuación sí se llevaría a cabo. No obstante, al llegar la segunda temporada, muchos parecían haber olvidado el interés inicial.
El hecho de que una serie se encuentre entre las más vistas no garantiza su éxito. La segunda temporada de The Sandman es un claro ejemplo de esta realidad. Según la fuente, los datos de visualización revelan que en su estreno logró 5.3 millones de visualizaciones y, en su segunda semana, aumentó a 5.9 millones. Aunque hay un crecimiento, este resulta casi insignificante para una serie de tal calibre, especialmente si se compara con la primera temporada, que tuvo un aumento del 80% en su segunda semana, lo que llevó a los seguidores a presionar para que Netflix no la cancelara.
La plataforma es conocida por cancelar series tras una única temporada, pero en este caso, se hizo una excepción. Sin embargo, el rendimiento de la nueva temporada fue engañoso. Aunque se proclamó como la serie más vista, esto no incluyó producciones de habla no inglesa, donde El Juego del Calamar dominó las estadísticas.
Otro factor que pudo influir en la recepción de la temporada fue su división en dos partes, una estrategia que ha generado críticas y que posiblemente contribuyó a la disminución del interés. La pregunta que queda es: ¿por qué una serie tan esperada terminó siendo un mero susurro en lugar de un gran evento?
Para ilustrar que la llegada de la nueva temporada no fue el éxito que se esperaba, podemos comparar con la película Estado Eléctrico, protagonizada por Millie Bobby Brown y Chris Pratt, que también alcanzó el top 10, pero al ser la más cara producida por Netflix, se anticipaba que se posicionara entre las más vistas en la historia de la plataforma, lo cual no ocurrió.
Al final, el apoyo inicial se desvaneció. No se sabe si esto se debió a la larga espera de tres años o a la controversia en torno a Gaiman. La conclusión es clara: aunque la primera temporada alcanzó un éxito efímero, los datos de audiencia indican que la segunda temporada debe considerarse un fracaso.
































































