La serie “Las Muertas”, adaptación de la novela homónima del escritor Jorge Ibargüengoitia, se estrenará el 10 de octubre de 2025 en Netflix, una producción que promete llevar al espectador a un viaje oscuro y reflexivo sobre uno de los casos más impactantes de la historia criminal de México: “Las Poquianchis”.
Un proyecto ambicioso
En una reciente conferencia de prensa, el cineasta Luis Estrada no ocultó su emoción al hablar sobre este proyecto, que considera el más ambicioso de su carrera. “Es un honor poder honrar el tono sarcástico de Ibargüengoitia mientras se expande su universo narrativo”, expresó, consciente del gran reto que implica adaptar una obra tan compleja.
La conversación giró en torno al proceso creativo, donde Estrada recordó su obsesión por llevar la novela a la pantalla desde su lectura inicial. “Mi padre tuvo la oportunidad de filmar otra obra de Ibargüengoitia, ‘Maten al León’, y esto representa cerrar un ciclo pendiente”, comentó.
Fidelidad a la obra
Un tema recurrente durante la charla fue la lealtad al texto original. “Es crucial respetar tanto la estructura como el tono del autor”, afirmó Estrada. La serie, que consta de seis episodios, busca mantener el equilibrio entre lo “sórdido” y lo “dramático”, un desafío que, según el director, fue complicado debido a la delicadeza del tema tratado.
La actriz Leticia Huijara, quien interpreta a Eulalia, también compartió su experiencia. “Trabajar con este equipo es volver a casa”, dijo, destacando la importancia de estar rodeada de un grupo creativo que valora su trabajo. Su personaje, una mujer profundamente religiosa, la obligó a salir de su zona de confort, realizando un trabajo interpretativo que ella describió como “interesante”.
“Ibargüengoitia no presenta personajes que se salven; todos son transformados por la maldad”, añadió Estrada, enfatizando la dualidad entre víctima y victimario presente en la historia. “Lo que me atrajo fue ver cómo alguien que sufre puede convertirse en verdugo”, reflexionó.
Tema vigente
La serie también toca temas actuales como la corrupción, la impunidad y la trata de personas, situaciones que, aunque se sitúan en los años 60, siguen resonando en la sociedad contemporánea. Huijara subrayó la relevancia de un texto que, a pesar de haber sido escrito hace décadas, sigue tocando heridas abiertas en la actualidad.
Estrada también destacó el papel de los medios de comunicación en este contexto. “El caso de Las Poquianchis fue explotado por la prensa sensacionalista, y eso es parte crucial de nuestra narrativa”, explicó, haciendo referencia a personajes que representan el periodismo amarillista.
Con el estreno a la vista, ambos coincidieron en que “Las Muertas” es una serie que va más allá del entretenimiento. “Es memoria, crítica y un espejo de un México que se repite a sí mismo”, concluyó Estrada. Huijara cerró la conversación reflexionando sobre la conexión entre su trabajo y el de Ibargüengoitia, señalando que el proyecto es un diálogo orgánico entre dos visiones creativas.
Así, “Las Muertas” se plantea no solo como una serie, sino como un viaje incómodo y humano que invitará a los espectadores a reflexionar sobre su propia realidad.
