El pasado viernes por la mañana, las oficinas de Vogue México y Latinoamérica se convirtieron en un punto de encuentro para la moda, el movimiento y la comunidad. Durante esta jornada, un grupo selecto de suscriptoras tuvo la oportunidad de participar en una clase exclusiva de Shake & Sculpt, guiada por la reconocida bailarina y entrenadora Magaly Guerra.
Guerra, conocida por su enfoque innovador en el ejercicio, ha logrado transformar la rutina de entrenamiento en una experiencia divertida y liberadora. Su método combina cardio inspirado en el baile con ejercicios de fuerza de bajo impacto, lo que permite a los participantes no solo ejercitarse, sino también disfrutar del momento. Al conocerla, es fácil entender por qué su propuesta ha resonado tanto entre quienes buscan una manera diferente de mantenerse en forma.
Al llegar al evento, cada asistente fue recibida con un kit especialmente diseñado que incluía botellas de agua que funcionaban como pesas, una liga de resistencia, una toalla bordada con el logo de Vogue y una bolsa de red para guardar todo. Este detalle no solo sirvió de apoyo durante la clase, sino que también se convirtió en un recuerdo tangible de una experiencia única y una invitación a continuar en movimiento, incluso desde casa.
La sesión comenzó con música vibrante, desde hits actuales como “Manchild” de Sabrina Carpenter hasta clásicos atemporales que animaron el ambiente. Las asistentes se unieron a la coreografía de Magaly, creando un entorno que se sentía más como una celebración que como una rutina tradicional de ejercicio. La esencia de la clase estaba en disfrutar y moverse, más que en realizar cada paso de manera perfecta. Como mencionó Guerra, lo importante era “[hacerlo] con una sonrisa”.
Al finalizar la sesión, las participantes pudieron disfrutar de un refrigerio que incluía acai bowls, tostadas de aguacate y bebidas saludables de Ojo de Agua. Algunas optaron por quedarse en el salón, mientras que otras se trasladaron a la terraza para contemplar la vista y disfrutar de un momento de relajación y conversación. Este encuentro no solo fue una oportunidad para ejercitarse, sino también para conectarse con otras mujeres y compartir un espacio de bienestar y alegría.
La experiencia dejó una huella positiva en todas las asistentes. Muchas comentaron que, a pesar de haber escuchado sobre el método de Magaly, participar en la clase les permitió experimentar el verdadero impacto que puede tener en el estado de ánimo. Salieron de la actividad sintiéndose más ligeras, tanto física como mentalmente, y con el deseo de empezar el día de una manera renovada.
Para quienes no pudieron asistir, hay buenas noticias: este evento fue solo una de las muchas experiencias que Vogue tiene preparadas para sus suscriptoras. Así que, si aún no formas parte de esta comunidad, este es el momento ideal para sumarte y descubrir un nuevo capítulo en el que el mundo de Vogue se extiende más allá de las páginas de la revista.
