El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arístides Guerrero, sufrió un grave accidente automovilístico que le ocasionó la fractura de ocho costillas y la necesidad de realizarle dos intervenciones quirúrgicas. Este incidente ocurrió el pasado 23 de agosto, cuando regresaba a la Ciudad de México desde Oaxaca.
En una publicación en su cuenta de X, Guerrero, conocido popularmente como “ministro chicharrón”, compartió detalles sobre su estado de salud. A pesar de las complicaciones iniciales, el ministro afirmó que se encuentra estable y en proceso de recuperación, aunque sigue bajo indicaciones médicas de no recibir visitas.
Detalles del accidente y recuperación
El equipo de comunicación del ministro informó sobre el accidente a través de redes sociales, revelando que su vehículo fue impactado por otro automotor. Este choque causó “fracturas de tórax y en la nariz, que requirieron intervenciones quirúrgicas”. En sus palabras, Guerrero agradeció el apoyo recibido de familiares, amigos y personas que le enviaron mensajes de aliento, destacando que ha sido imposible responder a todos de manera individual, por lo que ofreció disculpas sinceras.
“Agradezco profundamente a quienes me han enviado mensajes de aliento y buenos deseos”, escribió el ministro en su red social.
Compromisos laborales y salud
A pesar de su situación, Arístides Guerrero se mantiene activo en sus responsabilidades como ministro. Informó que ha estado colaborando con el coordinador de ponencia en la preparación de su primera sesión pública, aunque no ofreció más detalles sobre su avance en este proceso. Es importante recordar que el pasado 1 de septiembre, junto a los otros ocho ministros de la nueva corte, rindió protesta en el Senado, ceremonia en la que apareció en silla de ruedas y con una sonda de oxígeno.
Este accidente marca un momento crítico para Guerrero, quien acaba de asumir su puesto en la SCJN y ahora enfrenta un proceso de recuperación que podría afectar sus funciones en la Corte. Sin embargo, su compromiso con la justicia y su labor continúa siendo una prioridad, mientras los mexicanos esperan su pronta recuperación.
