La actriz Nina Dobrev ha destapado una realidad inquietante sobre su experiencia en la popular serie The Vampire Diaries, donde a pesar de ser la protagonista, su salario era notoriamente inferior al de sus colegas masculinos. En su libro I Was Feeling Epic: An Oral History of The Vampire Diaries, Dobrev comparte sus vivencias durante el rodaje, revelando que, incluso en las primeras temporadas, ella y sus compañeras Candice King y Kat Graham eran las actrices peor pagadas del elenco regular.
Desigualdad y carga de trabajo
Dobrev, de 36 años, interpretó no solo a Elena Gilbert, el personaje principal, sino también a su doble malvada, Katherine. “Mi contrato solo decía que iba a interpretar a Elena, pero terminé haciendo varios personajes, lo que duplicó mi carga de trabajo”, explica. A pesar de esto, su salario no aumentó en la misma proporción. “Quería hacer a Katherine, pero también quería una compensación justa y ser igual a los chicos”, añadió.
La actriz confiesa que, aunque logró negociar un aumento, nunca alcanzó la paridad con Paul Wesley ni con Ian Somerhalder, sus coprotagonistas. Ellos, según Dobrev, se negaron a elevar su salario a nivel del de los hombres, lo que resultó ser una de las experiencias más dolorosas de su carrera. “Trabajábamos hasta dieciocho horas al día, y yo estaba entregando mi corazón y mi alma”, indicó.
Impacto en la serie y en su regreso
La falta de reconocimiento no solo afectó a Dobrev personalmente, también tuvo un impacto directo en las decisiones creativas de la serie. La cocreadora Julie Plec reveló que en un momento se prohibió a los guionistas incluir a Katherine, ya que el estudio debía pagarle extra a Dobrev cada vez que interpretaba al personaje. “Se puso tan tenso que básicamente tuvimos que decir ‘matemos a Katherine’ para que nos dejaran usarla”, relató.
Tras abandonar la serie al final de la sexta temporada, Dobrev regresó para el capítulo final, aunque esa negociación también estuvo marcada por desigualdades salariales. Su primera oferta era cinco veces menor a lo que ganaba cuando se fue. “Quería asegurarme de recibir lo mismo que mis compañeros, porque para mí era muy importante cerrar la historia en igualdad de condiciones”, afirmó.
Finalmente, Dobrev aceptó regresar, pero solo para un episodio, ya que el estudio no quiso pagar más. Plec confirmó que la producción deseaba tenerla en varios capítulos de la octava temporada, pero el presupuesto fue la razón de su escasa participación. “Fue desgarrador que la parte artística sufriera por dinero, pero al mismo tiempo me alegra haber estado ahí para la despedida”, concluyó Dobrev.
La experiencia de Nina Dobrev pone de manifiesto la persistente brecha salarial de género en Hollywood, donde, a pesar de ser el pilar de una serie exitosa, sus contribuciones no fueron reconocidas equitativamente. Este caso resalta que, incluso en producciones donde las protagonistas son fundamentales, la lucha por la igualdad de pago sigue siendo un desafío por resolver.
