La gestión de Delfina Gómez como gobernadora del Estado de México se encuentra en una situación crítica, donde los proyectos federales han sido la tabla de salvación. Este mes, Gómez cumple dos años en el cargo y, de no ser por la intervención del gobierno federal en seguridad, salud y infraestructura, la realidad de su administración sería mucho más complicada. La estrategia de rescate de hospitales y la millonaria inversión anunciada desde Palacio Nacional han sido clave para evitar que la percepción pública se deteriore aún más.
Inversión federal y falta de resultados
El triunfo de Morena en la entidad mexiquense fue un acontecimiento que marcó un hito, especialmente considerando la fuerza del PRI en la región. Los problemas en seguridad, infraestructura vial y salud son evidentes; al asumir el poder, se esperaba una mejora palpable en estos rubros. Sin embargo, la realidad es que la intervención federal es lo que realmente ha hecho la diferencia, pues ya han expresado su preocupación por la escasa capacidad de respuesta de la gobernadora.
La percepción de que no hay una diferencia clara entre un gobierno morenista y uno priista se hace cada vez más fuerte, más allá del cambio de colores en el gabinete. Para ganar visibilidad, Gómez ha impulsado acciones simbólicas como el reciente intento de romper un récord Guinness de recolección de basura, aunque estas iniciativas no abordan los problemas de fondo.
Proyectos en el oriente del Estado
Fue el propio Armando Quintero, titular del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, quien anunció una inversión de 75 mil millones de pesos para el Plan Integral del Oriente del Estado de México. Este proyecto incluye 121 iniciativas en 10 municipios, como Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Chalco y Texcoco, que abarcan desde la construcción de hospitales hasta mejoras en infraestructura hidráulica y seguridad.
Quintero, cercano a la gobernadora, ha estado en constante comunicación con los alcaldes para atender sus necesidades, como es el caso del rescate de una obra negra en Chicoloapan, que se convertirá en un hospital de primer nivel, tras el compromiso de la alcaldía para finalizar los trabajos. Sin embargo, es notable que muchas de estas gestiones deberían haber sido realizadas por la propia Delfina Gómez.
La situación se complica aún más en el ámbito de la seguridad. Desde el inicio de su administración, la Secretaría de Marina, bajo el mando del almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, ha comenzado investigaciones que ya han sido entregadas a la Fiscalía General de la República. Sin embargo, los resultados de estas indagatorias aún no son claros y sólo han salido a la luz filtraciones a medios de comunicación.
De las 49 aduanas en el país, 17 están bajo el control de la Semar, generando ingresos por aproximadamente 970 mil millones de pesos, mientras que el resto corresponde a la Secretaría de la Defensa Nacional. Se espera que surjan al menos diez órdenes de aprehensión en base a testimonios de testigos colaboradores, involucrando no solo a miembros de la Armada, sino también a funcionarios civiles y empresarios.
Ante este panorama, la pregunta es si la gestión de Delfina Gómez podrá recuperarse o si la intervención federal seguirá siendo la única vía para mejorar la calidad de vida en el Estado de México.