La situación en torno a la participación de Israel en Eurovisión ha tomado un giro drástico, ya que RTVE ha iniciado una campaña de presión ante la Unión Europea de Radiodifusión (UER) para lograr que el país hebreo abandone el certamen antes de que finalice el año. En la reunión del Consejo de Administración que se llevará a cabo este martes, el presidente de RTVE, José Pablo López, propondrá que España no participe si Israel continúa en el festival, una postura que cuenta con el respaldo de la mayoría de los consejeros.
Contexto de la presión internacional
Este movimiento de RTVE no es casual; responde a la creciente presión internacional tras la ofensiva israelí sobre Gaza, que ha dejado cerca de 65,000 víctimas en casi dos años. Durante una reunión reciente en Dubrovnik, Croacia, el grupo de referencia de Eurovisión, encabezado por la española Ana María Bordas, discutió no solo cambios en el sistema de votación, sino también la delicada cuestión de la presencia de Israel en el festival. Países como Irlanda, Islandia, Eslovenia y Países Bajos ya han anunciado que renunciarán a participar si Israel sigue en el concurso.
La UER, en su asamblea general de julio, pospuso la votación sobre la continuidad de Israel a diciembre, con una cláusula que devolvería la cuota a los países que decidan no participar si Israel permanece en el festival. Sin embargo, fuentes de RTVE sugieren que se está trabajando en una “salida pactada” que podría implicar una solución temporal o el fin del conflicto, permitiendo que Israel se mantenga en la UER sin participar en el certamen.
Consecuencias para Eurovisión y la presión española
La amenaza de RTVE de retirarse del festival resuena con fuerza, ya que España es uno de los miembros más influyentes y mejor financiados del concurso. La posibilidad de que otros países europeos sigan el ejemplo de RTVE podría generar un efecto dominó que dejaría a Eurovisión en una situación crítica, no solo económica sino también reputacional. Cada país que se retire también retira su cuota, lo que podría llevar a una disminución significativa en la financiación del evento.
Se anticipa que José Pablo López se reunirá en octubre con la presidenta de la UER, Delphine Ernotte, para abordar esta delicada situación. La presión está sobre la mesa y las gestiones para encontrar una solución efectiva están en marcha. RTVE espera que esta situación se resuelva antes de que acabe el año, evitando un goteo de países que abandonen el certamen y asegurando así la estabilidad del festival.
